Apropiación indebida de lotes

Los vecinos de las zonas alejadas, periurbanas, continúan con las protestas, marchas, por tratar de conseguir el saneamiento propietario, porque existe el temor de la apropiación indebida de lotes de terreno por avasalladores, vendedores, revendedores de lotes sin muralla y con murallas, todavía existen hacendados negociadores de terrenos, calles, parques, zonas de equipamiento, áreas para centros educativos, canchas deportivas, haciéndose ricos con la humildad de los pobladores, frente a estos problemas hay ausencia de autoridades para que se pueda solucionar estas demandas, de respeto a la propiedad privada y fiscal.

La ciudad está creciendo, pero sin ninguna planificación urbanística y los avasalladores continúan amenazando permanentemente a los vecinos de las zonas periurbanas, hay gente pobre que por falta de recursos económicos tienen dificultades en el saneamiento de lotes, por la burocracia administrativa, el trámite es largo, pasan meses, años sin resultados favorables, necesitan la presencia de las autoridades municipales para poner en orden a esta gente que hacen buen negocio, los que sufren son la gente de escasos recursos, que no puede conseguir fácilmente dinero en forma inmediata para construir sus viviendas, muchos no tienen trabajo estable para cubrir su alimentación y vestimenta, de su familia, por necesidad se dedican en ventas pequeñas en los mercados, trabajos eventuales. Tampoco hay seguridad, los ladrones buscan la oscuridad para cumplir con sus asechos negativos hacia los vecinos, andando con documentos falsos, muchos avasalladores gozan de respaldo político.

Para combatir a los avasalladores, se debe organizar trabajo conjunto, con todas las autoridades, en forma coordinada, interinstitucional, alcaldía, concejales, Ministerio Público, Policía y detener estos abusos, que siguen ofreciendo lotes ajenos a la venta, dañando la propiedad individual y colectiva, sin respetar la integridad de las familias. Los vecinos marchan por la calles pidiendo atención de parte de las autoridades municipales, que les atiendan en sus demandas, de los derechos de propiedad de sus terrenos, que han ido esperando años por legalizar.

Apropiándose bienes, inmuebles del Estado, para usufructuar, tierras fiscales, invasiones violentas de hecho, a las propiedades individuales y colectivas, desalojando a los verdaderos dueños, afectando la dignidad de las personas sencillas que tienen deseos de construir sus casas, no hay autoridad que pueda defenderlas, hacerlas respetar sus derechos, que tienen los documentos legalizados, esta gente comerciante de lotes, son personas autoritarias, que no respetan a ninguna autoridad municipal. Estas personas avasalladoras no respetan las opiniones de los vecinos, actúan con mucha violencia, atemorizando a las personas humildes, propietarios verdaderos, para construir sus viviendas, para beneficio de sus familias e hijos.

Estas personas que hacen negocio de lotes de casas, apropiándose, abusivamente, en forma egoísta y violenta, insultándoles, con amenazas, miedo, evitando que hablen, maltratando a la gente humilde. El Estado, a través de los municipios, está en la obligación de hacer respetar la propiedad fiscal, privada, individual, colectiva y que, no se debe permitir el tráfico de lotes de terrenos en los barrios marginales.

Las razones para que se produzcan estos avasallamientos de los terrenos de viviendas son la pobreza, falta de empleo, disminución de la producción agrícola, sequía, carencia de agua en las comunidades campesinas, ocasionando a emigrar hacia las ciudades, ubicándose en cualquier lugar de las zonas periurbanas, ocasionando conflictos a los vecinos, a las alcaldías.

Se necesita trabajar en el respeto humano, inculcar valores de solidaridad, principios, normas, para que se cumpla la ley, fomentando convivencia fraterna, entre vecinos, se hace necesario priorizar la formación de la familia, una buena educación espiritual, para evitar estos abusos violentos, autoritarios, robos, apropiándose de bienes ajenos sin ningún esfuerzo, las autoridades deben coadyuvar en la corrección de estas personas que dañan, a los vecinos de los diferentes barrios de la ciudad. Se hace necesario una campaña de trabajo conjunto, interinstitucional sobre valores, espiritualidad, respeto de los derechos humanos en los barrios alejados de la ciudad.