El Cutting en adolescentes (autolesiones)

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En el trabajo diario en atención de pacientes en salud mental, nos llama la atención en estos últimos tiempos, la presencia de pacientes adolescentes con intentos suicidas, pero sobretodo con signos de autolesiones en los brazos, muñecas, piernas, y otras partes del cuerpo. Si bien hay algunos progenitores o tutores, que más allá de sorprenderse al ver estas marcas o cicatrices en sus hijos o hijas, logran alertar de la situación e intervenir en su momento, también hay aún adolescentes varones y mujeres que mantienen en secreto la práctica de la autolesión o cutting como se la denomina comúnmente, de los cuales no se sabe cuántos son. Por lo mismo es importante considerar las causas y/o características de esta práctica que crece día a día en los adolescentes y jóvenes con mayor preponderancia en edad escolar.

Todas las personas cuentan con mecanismos de defensa ante situaciones que generan angustia, entre los mismos está la represión, que tiene como característica no poder expresar todo lo que se siente (ansiedad, melancolía, tristeza y otras), esta condición puede llegar hasta el punto del desborde psíquico y posterior físico (el autolesionarse), como una manifestación de "querer sentir algo ya sea dolor o alivio", muchos con antecedentes o causas que son exploradas y explicadas y otros sin origen conocido, es decir, sin antecedentes de un hecho traumático o situación desencadenante, llegando a ser los discursos más recurrentes en la práctica profesional con pacientes que han pasado y pasan por esta situación.

Existen muchas causas o factores de riesgo que se han podido identificar en los adolescentes, entre ellas se puede mencionar la imitación, es decir el deseo de pertenecer a un grupo para no ser excluido, también por violencia escolar (Bullying), por abuso sexual, psicológico y físico (cuando no se puede comunicar al entorno inmediato, por miedo o culpa), violencia intrafamiliar, disfunción familiar, mala elaboración de duelo (fallecimiento de personas cercanas o separación de pareja, otros), estrés, inestabilidad emocional y conductual, y por diversos motivos que conlleva cada historia personal, familiar, social y de relacionamiento con su entorno.

Tenemos que tener en cuenta ciertas conductas como el aislamiento, vestimenta (cambio de ropa que cubre los brazos, pulseras, manillas), cortarse o pincharse con agujas, quemarse, arañarse, golpearse la cabeza y otros. Pues el adolescente puede ocasionarse lesiones irreparables, que aparte de las cicatrices, podría dañar arterias o venas ocasionando la muerte, pues no se tiene noción exacta del funcionamiento del cuerpo.

Es importante la identificación de estos síntomas a la brevedad posible, en la familia, en el colegio u otros centros donde se desarrolla el adolescente, pues la intervención temprana evitara consecuencias en muchos casos fatales, como el suicidio. Por todo esto es necesaria la intervención de profesionales en salud mental, para la atención, intervención, terapia psicológica y seguimiento de pacientes con estas características, pues la intervención no solo es a la persona que se autolesiona, sino a todo su entorno familiar, que directa o indirectamente se verá afectada por esta conducta.