Consignan segunda vuelta electoral

Lo cierto es que pese a las explicaciones aclaratorias del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en torno a lo que la oposición consideró una imperdonable omisión, el no considerar en el calendario electoral, una segunda vuelta definitoria en la elección de los nuevos gobernantes, es una muestra más de la posición del Gobierno, de dar por hecho un triunfo del partido gobernante, tipificándose la figura como un encubrimiento del órgano electoral ante un "fraude cantado".

No se justifica la posición de las cuestionadas autoridades del TSE, al señalar que "se convocará a una segunda vuelta tras conocerse los resultados de la elección de octubre", dando a entender que el partido gobernante tiene asegurada una votación mayor al 45 por ciento de sufragios a su favor, desconociendo lo que pueda darse como respuesta ciudadana que vote por otra alternativa política.

La última aclaración sobre el caso, la divulgó el vicepresidente del órgano electoral, Antonio Costas al señalar de manera contundente que el TSE "ya tiene listo un calendario electoral con 58 actividades para la segunda vuelta, instancia que será considerada una vez que se cuente con los resultados de los cómputos departamentales del día de la votación nacional". La autoridad agrega que "los binomios de las dos organizaciones políticas que sean parte de ese proceso (segunda vuelta) podrán realizar campaña electoral, pero en un periodo más breve.

Se garantiza que el TSE dispondrá para emplazar una segunda vuelta de un presupuesto ya aprobado de 100 millones de bolivianos, además de las previsiones que toman en cuenta periodos definidos de tiempo inmediato al escrutinio de octubre, lo que significa que el balotaje en segunda instancia se realizará 60 días después de la primera votación, lo que determina que el 15 de diciembre se cumpliría a nivel nacional, la estimada segunda vuelta.

Esa opción política que aclarada su omisión, está propiamente admitida en el mismo TSE, aunque las dudas sobre ese tema y otros de la convocatoria persisten aún, generando desconfianza en los partidos y las plataformas políticas, especialmente en la imposibilidad de que una autoridad electoral haga cumplir las prohibiciones y restricciones del uso de bienes del Estado en una campaña política, lo que implica una abierta desventaja para el resto de participantes, que recibirán un monto igualitario para desarrollar sus campañas.

Al definirse una segunda vuelta, se exigirá que la democrática opción electoral sea también implementada para los bolivianos residentes en el exterior, pues se trata de un derecho que no puede ser excluyente para los ciudadanos que posiblemente con su voto en el exterior "contribuyan" a un resultado que obligue el balotaje, del que deberán ser también parte activa en el marco de una amplia democracia, respetuosa de los derechos de todos los bolivianos.

Como se articula el calendario electoral, con la enmienda sobre la segunda vuelta y con algunas posibilidades para el cumplimiento de los derechos y deberes ciudadanos, los candidatos de organizaciones políticas de oposición creen posible alcanzar el objetivo de un resultado que obligue a la segunda vuelta y tal opción será parte de alianzas que logren confirmar los líderes políticos que depongan intereses presidencialistas y opten por una alternativa de unidad nacional, por el bienestar colectivo de una mayoría boliviana.

Fuente: LA PATRIA