Miercoles 05 de junio de 2019
ver hoy
A cuatro meses de las elecciones de octubre, la colectividad tiene conciencia de que los diversos candidatos desplegarán su publicidad y propaganda electoral; en muchos casos y conforme a experiencias pasadas, para muchos militantes la campaña electoral puede ser el inicio de una "guerra sucia" que lastima a todos y hace vÃctimas propicias a quienes se acusa injustamente con el fin de que los que vayan a votar no los tomen en cuenta; pero, lo cierto es que la colectividad votante se da perfecta cuenta de lo baja que es la "guerra sucia".
Hay principios elementales de moral que deben obligar a los partidos polÃticos contendientes y sus candidatos, a entender que el respeto que merece el pueblo debe ser acción principal de los que tercien en las elecciones y mucho antes, porque si durante la campaña se desbocan y muestran conductas e intenciones malsanas automáticamente pierden el favor del votante.
Perjudicar a quienes son motivo de la propaganda electoral creyendo que se los favorece, es un desatino, una conducta equivocada porque todo insulto es como el salivazo que se lanza al cielo y cae sobre la propia cara; asÃ, los insultos y acusaciones sin fundamento no valen para el elector porque denotan que sus autores, con sus conductas solamente conseguirán desprestigiar a quienes creen favorecer.
