Algunas autoridades, aparentemente para no complicarse con el cambio de fechas en el calendario educativo, se resisten a establecer una vacación adelantada de invierno, como una solución preventiva al inusitado crecimiento del número de afectados con las Infecciones Respiratorias Agudas, IRAS, que han pasado de 7.200 casos en Oruro, lo que implica reconocer como una epidemia, la situación reinante.
El termómetro registra en las mañanas temperaturas bajo cero y máximas que oscilan entre 12 y 15 grados, además de vientos fuertes que azotan el territorio altiplánico, aspectos que parecen no percibir en su justa dimensión las autoridades responsables de cuidar la salud de la población, especialmente la más vulnerable, la de los estudiantes.
El termómetro registra en las mañanas temperaturas bajo cero y máximas que oscilan entre 12 y 15 grados, además de vientos fuertes que azotan el territorio altiplánico, aspectos que parecen no percibir en su justa dimensión las autoridades responsables de cuidar la salud de la población, especialmente la más vulnerable, la de los estudiantes.
Un registro nacional dio cuenta recientemente de la existencia de más de un millón de casos de IRAs, correspondiendo los mayores porcentajes a las ciudades de El Alto con más de 8 mil afectados, Potosà bordeando 9 mil y Oruro que registró más de 7 mil casos de IRAs en las dos últimas semanas de mayo, en las que recrudeció el frio invernal, que según las autoridades de Servicio de MeteorologÃa se prolongará con intensidad hasta fines de julio y disminuyendo paulatinamente hacia mediados de agosto. Las autoridades de salud, en conocimiento de estos informes son responsables de disponer las medidas preventivas que correspondan, tomando en cuenta que por las cifras de afectados se declaran zonas de alarma, donde deben ser controladas las circunstancias de epidemia.
Al declararse nuestro distrito como zona de alarma, lo prudente es que se adopten medidas especiales de control a partir del núcleo familiar, donde debe disponerse un estricto cuidado de los niños, desde el uso de ropa abrigada, el consumo de alimentos con vitamina c, especialmente cÃtricos, jugo de naranja (tibio), alimentación reforzada con nutrientes y vitaminas y un celoso cuidado de la permanencia de los niños al interior de las casas. El problema se presenta en la asistencia a clases, debiendo hacerlo con ropa de invierno y descartándose por el periodo de invierno el uso de uniformes, además de cuidarse en las aulas la condición de abrigo y la aplicación de filtros de control, como el uso de alcohol en gel para las manos, cubrir la boca para evitar contagios y al observarse sÃntomas de resfrÃo, disponer el cuidado pertinente a nivel familiar, con lo que se evitará contagios y crecimiento de IRAs.
Sin embargo de las previsiones de rigor, es necesario que las autoridades de salud y educación mantengan un permanente intercambio de información, para adoptar mayores medidas si la situación epidemiológica se complicase, lo que obligará a tomar medidas de emergencia para precautelar la salud de los estudiantes, algo insoslayable que no puede ponerse en juego por caprichosas actitudes de algunas personas que no asuman responsabilidad en el hecho.
El crudo invierno es irreversible, por lo mismo el cuidado de la población estudiantil debe ser flexible, en función de cuidar ese invalorable capital humano.
Fuente: LA PATRIA
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