Domingo 02 de junio de 2019
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En el género de la narrativa Gógol alcanzó las mismas alturas que Pushkin en la poesÃa. A la literatura que habÃa tenido magnÃficos fundadores, pero que, no obstante, todavÃa no gozaba de renombre universal, la hizo marchar a pasos gigantescos hacia las primeras filas de las grandes literaturas del mundo.
La perfección del realismo de Gógol, como de todo realismo auténtico, consiste en una selección exacta e inequÃvoca de los detalles necesarios al autor de entre el rico caudal de sus observaciones de la vida. En este sentido, aún hoy Gógol puede enseñarnos cómo evitar las tentaciones del naturalismo.
Gógol fue un magnÃfico maestro. Nunca utilizó ninguna comparación, ningún paisaje únicamente por sentir afecto a las metáforas o descripciones de la Naturaleza. Todo lo supeditaba a las tareas artÃsticas o sociales.
Gógol es un gran escritor ruso, auténticamente popular. EntendÃa muy bien que los orÃgenes del carácter popular de una obra se encuentran en el lenguaje, en el arte y en la vida de las masas populares. Gógol fue intérprete de los pensamientos y esperanzas de su pueblo y, por eso, llegó a serlo para todos los pueblos, para toda la humanidad.