Aumentan los accidentes de tránsito

Pese al interés que dice desplegar la Policía Operativa de Tránsito para controlar el estado de vehículos y conductores, antes de iniciar viajes desde las diferentes terminales de buses, el aumento de accidentes en carretera es un hecho altamente preocupante, pues se trata de afectar la vida de muchas personas y dejar un alarmante saldo de víctimas por heridas y contusiones de diverso grado entre pasajeros, hombres y mujeres de diversa edad, todo como resultado de imprudencia e irresponsabilidad de conductores.

Cuando se conocen esos hechos, de acuerdo a la jurisdicción en la que se producen, las autoridades de competencia más próxima acuden al lugar de siniestros con el objeto de iniciar investigaciones y determinar responsabilidades, un proceso que dura varios días y del cual generalmente no se conocen todos los resultados, empero predomina la circunstancia de comprobarse imprudencia de los conductores que exceden límites de velocidad y pierden el control de pesados vehículos que transportan personas, vidas humanas y cuyo cuidado debería ser la prioritaria responsabilidad de propietarios de buses y de sus conductores.

Las investigaciones que no se sabe en qué tiempo concluyen su proceso de esclarecimiento, anticipan criterios señalando la irresponsabilidad de chóferes, en la mayoría de los casos por fallas humanas como exceso de velocidad, invasión de carril, somnolencia por cansancio o embriaguez, en algunas circunstancias por fallas mecánicas o mal estado de algunas carreteras, empero el mayor porcentaje de accidentes ocurren en rutas asfaltadas y hasta en los tramos de doble vía, lo que implica necesariamente culpabilidad de conductores.

Es importante que se actualicen algunas determinaciones, que parecen quedar en el archivo y que sin embargo; pueden servir al ser aplicadas para moderar la competencia de velocidad que imprimen los conductores a las enormes flotas de pasajeros. Para este control debería disponerse el registro de horarios de salida, en una hoja de ruta y establecer tiempos en los que obligadamente los buses deberían marcar su planilla en los retenes de control, para que finalmente en tiempos definidos lleguen a su destino, considerándose infracción, por exceso de velocidad, alterar los tiempos establecidos y autorizados en casa caso.

Una labor complementaria de la Policía Caminera, permitiría además controlar el tráfico regular de los omnibuses de pasajeros, sancionando inmediatamente a los infractores y con fuertes multas a los conductores y a la empresa que tiene chóferes indisciplinados.

En varios actos públicos se ha observado la entrega por parte de autoridades de gobierno, incluyendo al Primer Mandatario, de movilidades para ciertos comandos policiales, con el objeto de mejorar "servicios de vigilancia", se supone en las ciudades capitales, sin embargo es notorio el déficit en el parque automotor de la Policía Caminera que debería tener preferencia en la dotación de vehículos, especialmente aquellos que son decomisados en operativos contra el contrabando o los otros que sirvieron a operaciones de narcotráfico, en todo caso se tendrían motorizados en funcionamiento sin incidir en costosas inversiones.

Es importante que las autoridades de nivel Ejecutivo, pero también las de aduana, gobernaciones y municipios, coordinen tareas con el organismo policial, para establecer las verdaderas necesidades de una policía caminera que cumpla eficientemente su tarea de control en las carreteras, la urgencia es disminuir con medidas radicales el alto porcentaje de accidentes en el país. Es un asunto que no debe postergarse en su solución.

Fuente: LA PATRIA