La minería orureña sigue estancada sin incentivos

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Tal como lo definen los analistas y expertos que siguen de cerca el problema de la minería orureña, propiamente "estancada" sin ningún incentivo que haga posible su recuperación y se encamine a un proceso cambio productivo en base a la identificación, prospección y exploración de nuevos yacimientos.

En materia de tiempo, se trata de más de una década que no se ha hecho ninguna nueva inversión, la última fue la de Inti Raymi, un proyecto aurífero que se cumplió en dos frentes, en La Joya primero y posteriormente en la zona de Iroco, con fuerte inversión privada que permitió desarrollar la explotación de oro a cielo abierto, culminando su trabajo y cumpliendo compromisos sociales con las comunidades en las que se produjo el movimiento de miles de toneladas de tierra para la extracción de otro tanto de onzas del metal precioso. Desde entonces no hubo ningún nuevo emprendimiento.

En el caso de la minería estatal tampoco se ha registrado la apertura o habilitación de ningún yacimiento minero. El trabajo está circunscrito a los distritos tradicionales ya conocidos que decaen paulatinamente en su rendimiento y se hacen esfuerzos por mantenerlos en producción. Un caso especial es el de Huanuni, considerado el principal distrito del sector estatal en el que lamentablemente se han cometido errores garrafales que han influido en el tiempo y en el rendimiento de la empresa, que menos mal está saliendo de su condición deficitaria y se espera que amplíe su volumen productivo, con menos trabajadores, con mayor apoyo estatal y con el funcionamiento de su nuevo ingenio.

Un "Encuentro Minero" que se cumplió casi a fines de abril, permitió conocer en detalle algunas de las dificultades por las que atraviesa la minería orureña, estableciéndose que el mayor problema es la falta de inversiones sean estatales o privadas, para avanzar en prospecciones y exploraciones que inicialmente identificadas podrían convertirse en proyectos de alta rentabilidad.

El evento permitió la aprobación de un documento de siete puntos, todos reiterativos de pedidos y gestiones que se han formulado y que ninguna autoridad los ha encarado. Tener nuevos proyectos de prospección y exploración minera, explotar el yacimiento polimetálico de Negrillos, consolidar la planta refinadores de zinc (fundición), exploración de minería no metálica, industrialización de la minería e innovación tecnológica y la creación de un Instituto minero metalúrgico.

Como sucede en estos eventos, algunas autoridades comprometieron esfuerzos y voluntad para atender los puntos planteados, aunque de manera formal y oficial, no se definió ninguna estrategia, por ejemplo al logro de un presupuesto extraordinario de soporte para encarar la exploración minera, punto importante para la revitalización de la minería orureña. No pasó nada.