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Sábado 24 de julio de 2010

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Revista Tu Espacio

El psicólogo responde

24 jul 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: Carolina Mena - Psicóloga – exclusivo para Tu espacio

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Licenciada, me gustó su artículo de la anterior semana y por eso le consulto sobre mi caso: mi hijito de 8 años, el segundo de tres hermanos, anda por todos lados con un trapito que ya está re contra viejo; lo tiene en su bolsillo, al llegar del colegio lo busca y siempre se lo ve con él. Aunque ya he tratado de deshacerme del trapito, el niño se desespera, lo encuentra y a estas alturas lo único que puedo hacer es lavarlo para que el niño no se enferme ¿qué puedo hacer?

En primer lugar es importante que te des cuenta que ese trapito es un objeto que lo ayuda a madurar, a pasar de una etapa a otra, a sobrellevar la ruptura del vínculo que lo ata a ti como su madre, a esto se conoce con el nombre de desapego.

Esta relación entre madre e hijo a veces se ve afectada por diferentes situaciones, como por ejemplo: un destete brusco, presencia de nuevos hermanitos, responsabilidades en el trabajo por parte de la madre, es posible que hayas dedicado más tiempo al trabajo u otras actividades que a tu hijito o finalmente no ha sentido que le dieras la atención debida.

En segundo lugar, esto no debe alarmarte mucho, ya que los objetos transicionales que bien pueden ser un trapito como en tu caso, pueden ser en otros un osito, un pañuelo de la madre, o el chupón, o un muñeco favorito, etc. El hecho es que estos les recuerdan el calor y presencia de la madre o la seguridad de su hogar.

Si no lo deja por el momento, él mismo lo hará cuando se sienta preparado para hacerlo, de alguna forma su situación es favorable, ya que además de ayudarle a madurar le beneficia a establecer vínculos afectivos exteriores a su persona, también le animarán a expresar sus emociones libremente. En fin, esta auto dependencia le servirá de trampolín para tener más seguridad en sí mismo.

No se lo quites de golpe, ve retaceando paulatinamente el tiempo que pasa con él. Y al momento de lavarlo ten mucho cuidado ya que por muy viejito o andrajoso o mal oliente que esté, justo ahí puede estar lo que tanto le fascina a tu hijo.

Ten paciencia lo importante es que todo es temporal en los niños.

No desesperes, los psicólogos estamos para ayudar, visita a uno si esto te da más confianza y, tú y tu hijo se sentirán mejor.

Fuente: LA PATRIA
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