La recaudación tributaria marca un descenso prolongado desde el año 2015, así como el gasto del estado viene subiendo y la diferencia entre ambos viene siendo cubierta por créditos extranjeros muchas veces condicionados.
Es decir que mientras ocurren distracciones como la visita del Secretario de la Organización de Estados Americanos OEA, el señor Luis Almagro conjuntamente con sus desafortunadas declaraciones y groseras arremetidas de sus asesores, mientras hay continuos shows mediáticos impulsados por la maquinaria de propaganda del gobierno, mientras incluso se revelan los presumibles nexos del gobierno con el narcotráfico en escandalosos sucesos, mientras ocurre todo aquello el aparato financiero del estado va cayendo sin ningún remedio a la vista, pese a la conformación de una poderosísima burocracia al servicio de la recaudación de impuestos, impuestos que sin lugar a dudas son los más altos del continente, en absoluto desmedro de los emprendedores.
El país está cada vez más endeudado y el déficit fiscal solamente para la gestión 2018 está siendo cubierto en un setenta y dos por ciento, con una mayor deuda externa, la caída de las exportaciones con el incremento de la compra de combustibles, arrojan una balanza comercial negativa para el país temiéndose un déficit comercial de ciento cincuenta y nueve por ciento.
El país está cada vez más endeudado y el déficit fiscal solamente para la gestión 2018 está siendo cubierto en un setenta y dos por ciento, con una mayor deuda externa, la caída de las exportaciones con el incremento de la compra de combustibles, arrojan una balanza comercial negativa para el país temiéndose un déficit comercial de ciento cincuenta y nueve por ciento.
En el pintoresco y risible "documental" El Robo, se acusa la destrucción de 220 empresas por parte de los gobiernos neoliberales, sin embrago, hoy por hoy con el nivel de déficit comercial que atravesamos más el nivel del incremento del denominado por algunos economistas como "terrorismo tributario", miles de empresas están siendo directa e indirectamente víctimas de las políticas del gobierno, cuyos únicos objetivos en lugar de ser el de reducir el déficit y bajar el gasto, parecen ser el de conseguir la implantación perdurable dentro el poder.
Sin importar la propaganda omnipresente del gobierno, los documentales y películas o incluso los "guerreros digitales" mejor conocidos popularmente como cyberllunkus, no se puede ocultar la verdad, la incómoda verdad de que el gobierno, no pudo, no supo, no quiso, priorizar objetivos elementales, a sabiendas que este desequilibro económico demuestra que la matriz productiva en Bolivia todavía se apoya en los productos extractivos, en aquellos que hay poco valor agregado y que durante 13 años de gobierno no se cambió dicho paradigma.
El futuro se dibuja gris, un gris matizado con el azul del partido de gobierno, un gris de deudas, de privaciones, de toda clase de déficits, junto con el absoluto irrespeto de la legislación vigente, el partido de gobierno endeuda cada vez más a Bolivia, optando más por cumplir con sus objetivos de campaña, está en nosotros decidir por este futuro.
(*) Es asambleísta orureño
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