Claudia Cortez Velásquez con el sueño de vestir la Verde

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Todo deportista que en la sangre lleva el desafío de ser siempre el mejor, tiene como meta vestir la casaca de la selección de su país, sin importar la disciplina que practique. Por ello, es que ese reto se lo hace con mucho sacrificio, no solo con entrenamientos, sino también renunciando a muchas actividades de la vida cotidiana para llegar a esa meta.

Esa idea está en la mente de Claudia Valeria Cortez Velásquez, una voleibolista orureña que trabaja para llegar a la Selección Boliviana y ser una de las máximas representantes de esta disciplina deportiva en la Alta Tierra de los Urus.

Despertó a la vida el 3 de diciembre de 1995 en su ciudad natal, Oruro. Las aulas del colegio "Santa María Magdalena Postel" le sirvieron para formarse educacionalmente y aspirar a la universidad, cuyo estudio está en la cima de la conclusión cursando el cuarto año de la Carrera de Administración de Empresas de la Facultad de Ciencias Económicas Financieras y Administrativas de la Universidad Técnica de Oruro (UTO).

Claudia viene de una cuna de deportistas, siguiendo los pasos de sus hermanos mayores, Rodrigo y Araceli.

"Ellos fueron los que empezaron a entrenar voleibol y por ende me llevaron por ese camino. Empecé muy niña simplemente entrenando, ya después cuando crecí y aprendí, comencé a jugar oficialmente. Como era niña me llevaban a un costado de la cancha o a la pared", afirmó.

CLUB

Su primer club lo integró cuando tenía ocho años, pasando por las filas de CRX. Su primer entrenador fue don Carlos Ramírez, quien le enseñó las bases necesarias, para que Claudia se enamore del voleibol.

"Me empezó a gustar, me encantaba el juego en equipo, vengo de una familia de deportistas y creo que eso fue la motivación, por eso me gustaba. Practicaba básquet en ese entonces, pero siempre me incliné más por el voleibol y decidí seguir jugando", argumentó.

Reconoció que a un principio este deporte le fue muy complicado, como todo inicio en cualquier actividad, sin embargo, su constancia y perseverancia le permitieron pasar esa barrera, con el objetivo de forjar un futuro promisorio. Para ello, practicaba constantemente, no solo en su club, sino también en su casa, con sus hermanos, quienes la incentivaron siempre para seguir adelante.

DEBUT

Su primer partido oficial fue a los ocho años, una vez que se afirmó en el equipo de su primer club. Estaba en la categoría Mini. Si bien no tenía una posición establecida, rotó como el resto de sus compañeras de equipo para conocer el sistema de juego.

"Sentía nervios, tenía un tío que siempre nos grababa y la familia que me veía", dijo.

Más adelante los entrenamientos se intensificaron, practicando la disciplina tres días a la semana con su club y dos horas por día en su casa, generalmente en las tardes.

Cuando tenía 12 años, Claudia pasó a formar parte del Club Economía, precisamente por esa ambición de aspirar a más y mejorar su nivel de juego, como ella quería.

"Veía a Economía como un club grande, como lo que es, siempre juega finales. Me invitaron a ser parte del equipo, me aceptaron y desde entonces juego en este club. Los entrenamientos eran todos los días, había mucha competencia porque éramos muchas jugadoras que querían ser parte del club y la exigencia también era bastante", señaló.

Los primeros años jugó de central para definir años después su posición, como es la izquierda. En la actualidad juega en el puesto de líbero.

SELECCIÃ?N

Todo ese esfuerzo le permitió llegar rápido a la selección de Oruro, cuyo objetivo estaba latente desde el principio. En la primera oportunidad la convocaron a la preselección, sin embargo, no pudo quedarse en el equipo. Esa situación le significó prepararse más y posteriormente llegó como lo había planificado, tenía 14 años.

Su primer nacional lo jugó en la ciudad de La Paz, logrando un honroso tercer puesto.

Participó en tres oportunidades en los Juegos de la Juventud Trasandina, el primero fue en el Perú en el 2012, al año siguiente fue en la ciudad de Oruro y el 2014 viajó con la selección a Chile.

Fue en Oruro, que gozó hasta el momento, de una de sus mejores experiencias, porque logró junto a su equipo la medalla de oro.

"Tuvimos la suerte que ese año se jugó el voleibol damas en nuestra ciudad, en Oruro. Salimos campeonas, era un certamen muy exigente entre Argentina, Chile, Perú, eran equipos muy fuertes y año antes tuvimos la oportunidad de llegar, pero no pudimos obtener la medalla de oro. Fue como una revancha, la gente vio lo que jugamos y fue algo inolvidable tener a la gente emocionada y eso me motivó en lo personal", recordó.

Con todo lo vivido, Claudia ratificó que el voleibol es parte de su vida, convirtiéndose en determinada etapa de su existencia, en prioridad, por ello se la pasaba entrenando día y noche, cambiando fiestas y viajes por sus entrenamientos y partidos.

Aquel sacrificio lo quiere hacer tangible llegando a la Selección Boliviana, que es uno de los sueños inmediatos que tiene. "No es tarde aún y esa es mi meta", afirmó.

Fuente: LA PATRIA