En minería lograr objetivos demanda mucho esfuerzo, tiempo e inversiones

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Algunos comentarios "agoreros", señalaban en días pasados que "habría terminado el auge de la minería", además se mencionó también que "al no existir nuevos yacimientos simplemente no hay minería". En realidad las dos apreciaciones se encuadran a ciertas condiciones evidentes pero en tiempos diferentes y por lo mismo fuera del contexto real en que se desarrolló la gran minería de los años de la República y siguientes, como el avance del tiempo y alternativas que pusieron a la minería en sus peores momentos y años después recuperó su precio y hasta generó gran parte de la bonanza nacional.

Cierto que el "gran auge" de la minería pasó y seguramente no se repetirá en la magnitud de su mejor tiempo, pero no es evidente que la actividad minera hubiese terminado. La otra lógica explicación tiene sentido al señalar que si no hay yacimientos, no hay minería y por lo mismo esa alternativa obliga a las autoridades del área minera a demostrar lo contrario, sabiendo que en el país y ahora ya no sólo en el occidente, también en el oriente hay importantes reservorios de minerales, lo que falta es definir una política minera agresiva y suficientemente respaldada para encarar proyectos de prospección y exploración, allí donde se ha marcado - por información satelital - la existencia de importantes yacimientos mineros.

Prospección e inversión

Una declaración por su extremo preocupante entre quienes tienen la enorme responsabilidad de preservar y activar la minería nacional, parece que ha servido como detonante para sacudir el letargo de nuestras autoridades, al punto de responder la "fatalista opinión" con una explicación sobre los procesos de prospección y exploración, que por supuesto demandan fuertes inversiones para llegar a la fase de explotación, que indudablemente se desarrollará una vez que se haya establecido el potencial de nuevos yacimientos y las posibilidades reales de habilitar nuevas fuentes de empleo y percibir del uso de nuestros recursos mineros más divisas para el Estado y muchas regalías para los municipios donde se generen las operaciones mineras.

Pero el asunto no es tan simple, pues necesita de una apropiada dirección técnica, una planificación profesional y el cumplimiento de ciertos procesos para salvar las etapas más complejas de prospectar y explorar en terrenos que presentan buenos indicios de la existencia de riqueza mineralizada.

El ejecutivo de la Comibol, reconoce que "solo en el 33% del territorio boliviano se hizo exploraciones mineras", aunque tal referencia no aclara periodos, menos las razones para que 67% del territorio estuviera inexplorado, lo que tampoco es real, pues se han hecho algunas prospecciones, lamentablemente sin concluir debido especialmente a la falta de recursos económicos y técnicos.

Cierta posición administrativa vigente en la burocrática Comibol debería ser objeto de un cambio urgente, precisamente para posibilitar el emprendimiento de nuevos proyectos mineros, con inversión externa, desde la fase de prospección, sabiendo que hay varias empresas que utilizando moderna tecnología avanzarán seriamente en la detección de áreas mineralizadas, estableciendo su potencialidad y perspectivas de rendimiento. Ir por el otro lado, como sugieren en Comibol, de "tener informes de prospección y exploración minera para establecer si se trabajará con una empresa estatal o privada", es parte del repetitivo cuento que no llega a su final, justamente por las dos carencias reconocidas, falta de dinero y de dirección técnica profesional

La Comibol no tiene capacidad para salvar esa contingencia, púes se necesita un proyecto definido estructuralmente para que funcione la estatal minera y lo haga en condiciones adecuadas de "seguridad jurídica" en ambas partes, el Estado y la empresa inversionista, pero garantizando de modo concreto la habilitación de renovados yacimientos mineros que permitan diversificar el tratamiento de esos recursos.

Minería del futuro

Si se considera que más del 60% del territorio boliviano debe ser prospectado para la ubicación de nuevos yacimientos, hay que preguntarse también cuál es la situación del 33% de territorio explorado, cuáles son los resultados o qué falta para habilitar algunos prospectos mineros. Se recuerda en este punto, el caso de Mallku Khota, un importante yacimiento según la prospección de una empresa externa que aseguró un potencial de alto rendimiento y que de no haber sido por la presión comunitaria, seguramente estaría en etapa de explotación, lo que no sucedió y no se sabe por qué demora tanto en suceder.

La Paz, Oruro y Potosí "tienen mucha riqueza minera y seguirán teniendo por ser innatas regiones mineras, que deben ser prospectadas", una opinión nada más que recordatoria, sin embargo con una cuestionante imperiosa que se amplía en tiempo y espacio, al reiterar al ministro de minería cuál es la razón para que más de una década no se haya impulsado ni un solo plan de prospección minera en Oruro, donde hay condiciones favorables, como lo reconoce la misma Comibol, para encarar la renovación y diversificación de la minería regional.

Algo que por enésima vez se repite en las columnas de Perspectiva Minera, es que hace falta una urgente reestructuración de Comibol, la reglamentación de la Ley de Minería y el diseño y aprobación de una política minera de avanzada.

Medios. Agencia Uru. PM.