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Domingo 19 de mayo de 2019

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Revista Dominical

Rossemarie Caballero Vega:

Ni Aguja Ni Reloj

19 may 2019

Por: Márcia Batista Ramos - Escritora - (

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Totalmente inmersa en el quehacer literario Rossemarie Caballero Vega, poeta cochabambina, que también es novelista, comunicadora social, gestora cultural y editora en la revista Temas -Cochabamba. Presentó, en la República de Federal de Argentina, en días pasados, el poemario "Ni Aguja Ni Reloj", por Ediciones Ruinas Circulares; en la 45ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires; considerada como uno de los eventos culturales y editoriales más importantes de Latinoamérica.

Rossemarie Caballero Vega es Licenciada en francés por la Universidad Mayor de San Simón; profesora de Letras y comunicaciones por la Normal Católica; y Licenciada en inglés por la ESFM Enrique Finot, con maestrías en Lenguas y Educación. En 1999 obtuvo una beca para estudiar Literatura y Lengua españolas en Madrid, de donde pasó a París como periodista invitada en el ciclo Théatre au féminin.

Su obra aparece en Enciclopedia gesta de autores de la literatura boliviana (2005); Breve poesía desde Santa Cruz (2009); Diccionario de la Literatura Boliviana (2009); Antología de la poesía comentada (2010); Los tres cielos - Antología de la amazónica de Bolivia (2013); Diccionario crítico de novelistas bolivianas (2013); Erótica, 2017; Cuentos extraordinarios de Bolivia (2017); Antología de narrativa Nuevos rumbos (Buenos Aires, 2018), entre otros.

Su obra aparece en Enciclopedia gesta de autores de la literatura boliviana (2005); Breve poesía desde Santa Cruz (2009); Diccionario de la Literatura Boliviana (2009); Antología de la poesía comentada (2010); Los tres cielos - Antología de la amazónica de Bolivia (2013); Diccionario crítico de novelistas bolivianas (2013); Erótica, 2017; Cuentos extraordinarios de Bolivia (2017); Antología de narrativa Nuevos rumbos (Buenos Aires, 2018), entre otros.

Gestora del Proyecto EC-B, que unifica a las escritoras cochabambinas, cruceñas y contemporáneas. Publicó ensayos y artículos de prensa y libros de poesía, cuentos y novelas. Los vagidos del gato (o tal vez gata) obtuvo la mención de honor en el Concurso nacional de cuento Adela Zamudio 2008, publicado por La Hoguera (2009); y Enigmas de la esfinge, Primer premio Departamental de cuento en Cochabamba 2006, publicado por editorial Kipus (2007).

Sus novelas: El vuelo de la esfinge (2009); Los espejos de Fabia (2014); y Háblame de Lilith (inédita). En Buenos Aires lanzó su antología personal Obsesiones, Editorial Tahiel (2016); y el libro de cuentos Juego de Trenzas, Ediciones Ruinas Circulares, (2018).

En 2018 participa como co conductora del programa de radio "A cierta hora", ciclo "A puertas abiertas" junto al equipo liderado por Patricia Bence Castilla.

El poemario "Ni Aguja Ni Reloj" pertenece a la colección Néos XXI de Ediciones Ruinas Circulares. Cuenta con veintiún poemas, donde los modos del lenguaje van buscando nuevas formas, tendiendo a la síntesis y en algunos casos al hermetismo; posee, en algunos momentos, un tono de espesura que oculta la claridad del sol, haciendo que su poesía, de carácter acorde al panorama literario del siglo XXI, sea de cierta forma inesperada y bastante innovadora. La poeta logra transmitir sentimientos y verdades de manera muy singular:

"esta lógica de ser te tris te tris la vida abate se van los días resbalan entre las sábanas y la humedad de mi cuerpo danza con ansiedad hace lluvia, pero no caen las aguas hace amor y no sopla la arena a mi ventana fluye la melancolía sola pálida ayer nomás una nena llamaba a mi puerta y sonreía yo la miré la vi tan bella que cerré la puerta en sus narices apenas por el filo de la hoja

eojé la volví a mirar me dijo adiós y no miró se fue te tris te tris esta lógica de ser me desvanece".

Se advierte a todo momento el enigma de las palabras, especialmente al describir el dolor que se convierte en metal y hiere. No es una poesía difícil, pero está cargada de símbolos, y es bonita a la vez.

La poeta deja percibir, en su poesía, muchas vivencias dolorosas, un cumulo de códigos personales no decodificados y una fuerte descarga emocional. Tal vez por todo ello, podemos decir que Rossemarie es capaz de conmover:

"de moño rojo / una nena de vestidito azul / sábanas blancas y humo y rojo / la nena / detenida al costado de un féretro".

¿La muerte de la hermana ensombreciendo su niñez? ¿Y el resto de sus días? ¿O todas las niñas muertas que anduvieron rondando por el camino de la vida? No lo sé. Pero, me atrevo a abrir el cerrojo de la comprensión y encuentro muchos rasgos de universalidad en esos versos que recuerdan a las niñas que se transformaron en ángeles:

"porque el destino dice / marcó tu partida / pero las magnolias cantan / y en la cornisa come su tela una arañita".

Sobre la poesía de Rossemarie Caballero, la eximia escritora argentina Raquel Graciela Fernández dice: "La autora se da permiso para ordenar y desordenar líricamente sus recuerdos y reflexionar sobre los roles de la mujer, los vericuetos de la maternidad, los mandatos atávicos que pesan sobre nosotras": "¿enseñará esa hija a sus hijas ser buenas hijas? / ¿qué es ser buena? ¿buena o mala madre? / ¿mala para qué o para quién o por qué? / ¿a qué intereses debe responder una mujer cuando es madre? / ¿a los intereses de la hija, del padre, de la madre o de sí misma?".

Y añade: "Y lo hace con inteligencia y valentía, con la certeza de estar dando un claro mensaje, pero sin dejar de lado un fino trabajo de orfebre que traza cada verso con celo y delicadeza. Contenido y continente son, en la poesía de Rossemarie Caballero, una perfecta simbiosis donde la lucidez y la belleza se retroalimentan para gestar un universo único y particular donde sus esperanzas y sueños de supervivencia y cambio son los de todas nosotras, mujeres que escribimos y leemos poesía, mujeres hechas de lenguaje, ideas y acciones concretas orientadas a reconocernos como hermanas en la palabra y más allá de ella".

Lo cierto, es que su poesía de singular sensibilidad, deja entrever lo irresuelto e insatisfecho, lo siniestro, esa presencia silenciosa y natural que está a nuestro lado y se torna, de improviso aniquiladora; tiene como ejes temáticos la situación de la mujer, la soledad y la muerte. El núcleo central de su poesía está en la lúcida certeza de la muerte. Que tuvo una fuerte presencia marcando su existencia desde la infancia, dejando claro para Rossemarie, la vulnerabilidad de la vida�

Su poesía presenta un corte estético con la generación anterior, asume la posmodernidad, sin alejarse del humanismo. Así, son los versos de Caballero, considerables por su autenticidad, cuyo despojado lirismo, desprovisto de toda retórica, muestra la superación de la herencia vanguardista en la poesía del siglo XXI, como ya experimentaron otros poetas latinoamericanos.

Entiendo que para Rossemarie Caballero Vega escribir es más que un arte, un entretenimiento� Escribir es su consolación, su pequeño suicidio. Por eso: "Ni Aguja Ni Reloj".

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