Oruro y su futuro: El litio de Coipasa

La geografía de Oruro y sus recursos naturales demarcan el escenario, concurren en él, desde hace siglos, arronjados hombres que dejan su vida bajo tierra buscando descubrir vetas y filones para cambiar su destino. El testimonio de tamaño esfuerzo ha sido el reconocimiento internacional de Oruro y Bolivia como importante productor de estaño, wólfram, plata, plomo y otros minerales.

Para mediados del siglo XX, la historia económica del país recogía tres nombres, Patiño, Huanuni y Estaño, y la riqueza generada trajo el progreso y la modernidad a Oruro, aunque también desigualdades, especialmente para los trabajadores de interior mina. Después llegaría la revolución nacional de 1952, nacionalizando estas riquezas para todos los bolivianos y bolivianas y devolviendo la dignidad a los mineros. A partir de ahí, y hasta la década de los 80 la minería orureña, con emprendimientos como Mina Bolívar y otras, y con el esfuerzo de miles de trabajadores, sostenían la economía nacional y ayudaban a escribir su historia.

Como resultado de la crisis económica mundial y de la caída de los precios de los minerales, en agosto de 1986, 25.000 mineros, marcharon desde Oruro a La Paz, para defender las minas de la privatización y preservar sus fuentes de trabajo. La marcha fue detenida por la fuerza, el tiempo del 21060 había llegado y con él, el cierre del capítulo minero más brillante de la historia minera orureña.

Desde 2006, el Estado ha vuelto a controlar los sectores estratégicos de la economía, y la minería es uno de ellos. En esta perspectiva, el futuro de Oruro ya no será solo la minería tradicional, sino la nueva minería, que explotará el litio y otros no metálicos (existentes en grandes cantidades en el salar de Coipasa y Uyuni), que se constituyen en indispensables para la construcción de baterías de energía, necesarias para todos los dispositivos electrónicos y eléctricos actuales,

Para lograr este fin, el Gobierno Nacional propone, desde este 2019, y en los próximos cinco años, implementar un agresivo programa de inversiones de más de $us 1.320 millones para industrializar el litio en el salar de Coipasa, cifra que equivale a casi el 50% de toda la inversión pública del departamento de los últimos 25 años.

Se prevé construir en el salar de Coipasa cinco plantas para producir anualmente: sulfato de potasio (450 mil t-año), Hidróxido de litio (60 mil t- año), ácido bórico (60 mil t-año), Bromo puro (10 mil t-año) y, Bromuro de Sodio (10 mil t-año). Los ingresos brutos esperados serán más de $us 1300 millones año.

Asociado a ello se espera dinamizar las actividades de transporte (800 mil t-año) entre los puertos del pacífico (Antofagasta e Iquique), el norte de la Argentina y el Brasil y toda la cadena de comercio y servicios asociados a la producción minera, generando nuevas fuentes de empleo para los jóvenes profesionales del departamento.

Desde 2008 Bolivia ha apostado al desarrollo tecnológico para la obtención de litio metálico, carbonato de litio y otros derivados, las plantas que se instalen en Coipasa serán con tecnología y procesos bolivianos y de propiedad plena del Estado, y en algunos casos habrá emprendimientos conjuntos con países como Alemania y China.

La industrialización del litio es el nuevo desafío de país y nos convoca a todos los orureños y bolivianos a asumir la responsabilidad de alcanzarlo, por Bolivia y por nosotros, estamos escribamos historia y construyamos futuro.

*Es orureño y Ministro de Medio Ambiente y Agua