El psicólogo en la actualidad

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Si bien la psicología fue ganando espacios en diferentes ámbitos (educativo, judicial, laboral y familiar), muchas veces se tiene la noción de que es exclusivamente para personas con problemas mentales o "locos" como muchos lo denominan, y hacen hincapié en no asistir a un psicólogo, justamente porque existe una creencia errónea de la función que realiza el profesional en psicología. El hecho de acudir a un psicólogo está estigmatizado, lamentablemente está asociado a enfermedad o algo malo, incluso en ámbitos educativos se ve como castigo, y solo se acude si es un requisito para algún trámite obligatorio (licencia de conducir, becas, estudios de pre o post grado y actos judiciales). Pocos son los individuos que acuden si existe un deterioro en la funcionalidad de la persona a nivel individual, familiar, social o laboral (intentos suicidas, estados depresivos, ansiedad, fobia y pánico); es decir que al igual que uno acude al médico para alguna patología que ya no es controlable por la persona, igual ocurre en salud mental, pues precisamente por lo mismo es necesario conocer la función del psicólogo, que pasaremos a desarrollar.

Cuando hacemos referencia a un psicólogo, debemos entender que es un profesional en salud mental que estudia el comportamiento del ser humano, a partir de métodos y técnicas conforme a su especialidad y ámbito de aplicación (clínica, educativa, social y otros). Quien está encargado de la prevención, atención, diagnóstico e intervención (terapia psicológica) de cada paciente o cliente, considerando el desarrollo biopsicosocial de las personas y el relacionamiento con su entorno. Donde precisamente sus relaciones se ven afectadas y muchas veces la persona toma consciencia o reconoce que tiene un problema o síntomas que interfieren o deterioran su funcionamiento y es ahí donde entra la labor del psicólogo, con técnicas y estrategias no para resolver o aconsejar sobre la problemática, sino para brindar herramientas e instrumentos que ayuden al paciente o cliente a enfrentar y resolver el motivo por el que acudió a consulta. Pero no siempre resulta que uno reconoce que tiene un problema, muchas veces son terceros (padres, tutores, profesores, superiores u otros), que identifican los síntomas o problemática que también implica otras estrategias de intervención y encuadre psicológico en el que se trabaja, primando el respeto, confianza, confidencialidad y ética profesional. Entonces se debe recurrir al psicólogo si la persona experimenta ansiedad, tristeza, frustración, ira, pensamientos irracionales (distorsiones cognitivas), violencia física, sexual, escolar, laboral, duelo y problemas de pareja.

La función del psicólogo es muy amplia, porque su intervención no solo radica en atención individual y en ambiente cerrado y controlado, más al contrario dependerá del ámbito de aplicación, es decir, a nivel familiar, social, académico, laboral, deportivo y otros, que se abordará en los siguientes artículos, sea el rol del psicólogo clínico, educativo, organizacional y otros, con la finalidad de tener una idea clara del trabajo que realiza el profesional en psicología, pues es importante cuidar nuestra salud mental.

Lic. Mg.Sc. (c). Rodrigo Aliendre Ramírez.

Psicólogo-Abogado.

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