El destino del mercado central

Un proyecto de larga data, que ya avanzó por lo menos en la idea principal de su ubicación estratégica para beneficio de la población en general, no puede concretarse por falta de coordinación entre autoridades y según lo hacen saber un sector de comerciantes, pese a que se trata de una obra prioritaria.

En realidad el objetivo de construir un gran mercado central es facilitar a la población su desplazamiento en un centro de abasto debidamente organizado para la realización de sus compras, lo que significará brindar comodidad y seguridad, además de permitir el buen uso de las calles, aceras y calzadas de un enorme sector en el centro de la ciudad.

Se mencionó que el costo del proyecto estaría por encima de los 20 millones de dólares, según dirigentes del sector de comerciantes que están actualmente ubicados en todo el contorno de los predios que deben servir para desarrollar el proyecto, dos manzanos conocidos como la ex - aduana, aunque parte de la misma ya se trasladó, pero no se sabe hasta cuándo utilizará un espacio en ese lote junto a la Policía de Tránsito.

Por los antecedentes que existen y que sería muy bien ponerlos nuevamente en la mesa de trámites, existe más de una disposición que ordena el retiro de la aduana y de Tránsito para dejar expedito el espacio que permita encarar la construcción del mercado central, un proyecto anhelado por los orureños y que debería ser prioridad de nuestras autoridades progresistas.

La aduana construyó fuera de la ciudad una estructura que le permite desarrollar sus actividades con mayor facilidad y comodidad, aunque ocupa un espacio en el predio destinado al gran mercado. Otro tanto ocurre con la dependencia de Tránsito que tiene sus predios frente a la Terminal de Buses, sólo que se trata de la obra gruesa que está en constante deterioro porque no se continúa su construcción debido a problemas de orden financiero, pese a que esa dependencia genera buena cantidad de recursos.

Lo importante es que no se manejen esos hechos como pretexto para postergar la construcción del mercado central, que inclusive ya contaba con un financiamiento inicial y una interesante maqueta que fue expuesta en la Alcaldía y que naturalmente debe perfeccionarse en su trámite para convertirse en el insoslayable "proyecto a diseño final".

Mientras corran esos trámites de rigor, que deben reactualizarse, comerciantes del entorno manifiestan su posición al señalar que el nuevo mercado central debe servir para albergar a ese contingente de gremiales que ahora ocupan todas las aceras y parte de las calzadas de una zona de alto tráfico vehicular y peatonal.

Originalmente se mencionaba la posibilidad de compartir la responsabilidad financiera entre instituciones como el Municipio, el Estado y posiblemente los gremiales. En función del costo del proyecto a diseño final se incluyó a la Gobernación que aceptó de muy buen agrado, apoyar esa fase inicial, por lo mismo es necesario cerrar el círculo de este proceso encarando seriamente los pasos que deben seguirse consignando por supuesto lo que significará su materialización y todo su financiamiento.

Mientras tanto, sin que corra mucho tiempo, debería disponerse que las casetas ocupadas como depósitos en los predios de la ex aduana sean utilizadas por los comerciantes que hacen uso indebido de aceras y calzadas en todo ese sitio caótico y de pésima imagen urbanística. De modo paralelo el proyecto del mercado central debe reactivarse con urgencia.

Fuente: LA PATRIA