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Domingo 12 de mayo de 2019

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Revista Dominical

Crónicas Del Altiplano #2

Exploración a Quillakas y Bengal Vinto

12 may 2019

Por: Luis H. Gutiérrez Flores

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En los años 2004, apasionado por la arqueología, la exploración y mi trabajo como guía de turismo, entablé muy naturalmente amistad con el investigador británico Jim M. Allen, autor de la teoría Atlántida en los Andes. Estas crónicas son el fruto de estas exploraciones.

Luego de la exploración en la población de Pampa Aullagas, en mayo del año 2004, decidimos con Jim Allen realizar algunas otras exploraciones por los alrededores suponiendo encontrar nuevas pruebas que aporten a la teoría Atlántida en los Andes (Ver la primera crónica publicada el Domingo, 28 de abril de 2019, Revista Dominical).

Visitamos diferentes comunidades y poblaciones muy pequeñas y descubrimos sitios ancestrales arqueológicos que, en muchos casos, se encontraban desprotegidos y a punto de ser destruidos.

De estas exploraciones resaltan dos poblaciones: Quillakas y Bengal Vinto.

En la población de Quillakas, famosa por su santuario y ubicada en la carretera hacia la región intersalar, descubrimos restos arqueológicos de artefactos líticos y cerámica esparcidos por diferentes lugares, entre los cerros Santa Bárbara y San Juan Mallku. Es importante mencionar que estos nombres responden al contexto católico traído por los españoles, los cuales estimamos tomaron ese nombre en la misma época en la que se construyó la iglesia del Santuario del Señor de Quillakas que data del Siglo XVII.

En la población de Quillakas, famosa por su santuario y ubicada en la carretera hacia la región intersalar, descubrimos restos arqueológicos de artefactos líticos y cerámica esparcidos por diferentes lugares, entre los cerros Santa Bárbara y San Juan Mallku. Es importante mencionar que estos nombres responden al contexto católico traído por los españoles, los cuales estimamos tomaron ese nombre en la misma época en la que se construyó la iglesia del Santuario del Señor de Quillakas que data del Siglo XVII.

Sin embargo, lo más interesante de la visita sucedió cuando se nos acercó un grupo de comunarios, quienes enterados de nuestra presencia, decidieron mostrarnos algo muy particular, en la casa de uno de ellos.

En el centro del patio existía un pozo, un gran agujero de unos 3 metros de profundidad que, al parecer, se trataría de una especie de túnel, el cual fue descubierto cuando uno de los niños que habitaba en esta casa cayó por accidente, el padre, al rescatarlo, descubrió que el pozo en realidad era una especie de túnel construido. Todos en el grupo quedamos sorprendidos al ver este acceso, pero al que lastimosamente no pudimos ingresar por no existir las condiciones.

Por motivos de seguridad, decidimos no entrar quedando pendiente el regresar equipados para una nueva exploración, la misma que todavía no se pudo realizar por la falta de recursos legales, económicos y humanos.

Luego de observar el pozo, otro de los pobladores nos llevó hasta su casa ubicada en las cercanías de la plaza principal del pueblo y nos mostró una piedra tallada que extrajo de un gran muro que encontró cuando, hace años atrás, construía los cimientos de la misma, nos informó que estas estructuras se encontraron en diferentes lugares del pueblo.

Esta información nos sorprendió totalmente. De hecho, según los relatos, muchas personas de Quillakas, principalmente los más viejos, ¡conocen sobre la existencia de una ciudad antigua bajo el pueblo!

Así, de la misma manera, en Bengal Vinto, una pequeña comunidad ubicada también sobre la carretera intersalar, según los relatos de algunos habitantes indican que, años atrás, se encontraron restos humanos de personas muy grandes.

Durante el recorrido, observamos en esta área importantes enterramientos, conocidos comúnmente como chullpares.

Estos pertenecen a una época Incaica tardía, destacándose una estructura cuadrangular edificada en piedra con aproximadamente unos tres metros de altura, conocida como la Mallku Chullpa.

Por los alrededores de las chullpas, el equipo encontró restos óseos que, al parecer, pertenecían a personas de una estatura un poco más elevada a la media del hombre típico del altiplano en Oruro.

Los habitantes, incluso dicen que habían encontrado tres grandes cráneos, que lamentablemente no pudimos verlos.

Dos años más tarde, con suerte, gracias al gobierno departamental, en aquel año conocido todavía como Prefectura, se realizó la primera prospección dirigida por arqueólogos del grupo consultor Cobodes, quienes dirigieron el proyecto, logrando un importante registro de gran parte de los asentamientos arqueológicos del municipio de Pampa Aullagas y sus alrededores.

En esta actividad, tuve la oportunidad de participar en la primera prospección como guía, encargado de mostrar a los arqueólogos todo lo encontrado en las exploraciones junto al investigador Allen.

Con esta prospección se pudo evidenciar y respaldar por primera vez los asentamientos de Bengal Vinto, aportando con el primer registro arqueológico realizado en la zona.

Sin embargo, queda claro que aún existe la necesidad de investigar y conocer más nuestro patrimonio arqueológico existente en esta parte del altiplano.

En el siguiente artículo espero poder continuar con el relato de otra exploración realizada por las cercanías de Pampa Aullagas y el Cerro Pedro Santos Villca (sitio de la Atlántida en los Andes).

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