Valle Divino, tierra de duendes, vino e historia

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Situado en el valle de la Concepción al Sur de la ciudad de Tarija, está el Valle Divino, un lugar único de la variedad de bodegas que existen en aquel territorio, porque no solo se pone de manifiesto el elixir de la vida, como es el vino, sino también se convirtió en una tierra de duendes y mucha historia mediante un museo expresión de lo auténtico.

En realidad es una bodega artesanal, en la que la existencia de la humanidad no tiene tiempo. El recibimiento lo hacen unos pilares, en cuyas paredes están una serie de inscripciones con mensajes dirigidos al visitante y que invitan a la reflexión.

Posteriormente, está el museo, una "fotografía" del tiempo y espacio, en cuyos ambientes está desde la prehistoria misma del territorio boliviano del Sur del país, fósiles, piezas antiguas en cerámica, resumen la riqueza de las culturas ancestrales. Asimismo, se observan una serie de objetos, fruto de la invención del hombre y que prácticamente quedaron obsoletos por la fiebre del cambio tecnológico.

Pequeños lagartos disecados salen a la palestra como personajes de cine que hacen de las suyas ante la vista del visitante, con poses artísticas. Vestigios de animales fosilizados y botellas de variada figura, son otras reliquias del museo artesanal que guarda la memoria del hombre.

Es también en el museo que se logra observar a simpáticos y pintorescos duendes, que se presume salieron a cuidar el lugar en algún determinado momento.

Son los duendes custodios de las bodegas de vino, pero también de los viñedos para asegurar una buena cosecha, son los señores de la casa y de la naturaleza que hacen de ese valle en uno Divino, como su nombre. Pero aún falta el "cherry sobre la torta", ya que aquel sitio posee el único surtidor de vino en Bolivia, cuyos visitantes hacen de vehículos para reabastecerse de combustibles, en este caso, del elixir de la vida.

Fuente: LA PATRIA