Fridays for the future

El epígrafe (los viernes para el futuro) es el nombre que asumió el conmovedor movimiento para la conservación y preservación del clima en el mundo, iniciado por una contestataria y valiente muchachita nórdica de nombre Greta Thunberg.

Esta iniciativa que suma y sigue en su intenso desplazamiento por toda Europa, ha generado un vergonzoso y merecido remezón a todos los parlamentarios que deciden por los pueblos, especialmente a los de la Unión Europea, que ante un problema que debería ser tratado con la premura y la diligencia solidaria hacia los habitantes del mundo, eliminando los procesos legislativos burocráticos, convirtiéndolos en sumarísimos, patentiza, antes de este movimiento, la pasividad, la indolencia y lamentablemente los intereses creados para no limitar y hasta prohibir con fundamentos los emprendimientos industriales y explotaciones altamente peligrosos y sin solución de continuidad en cuanto al daño irreversible que ocasionan.

El movimiento Fridays for the future, generado por esta muchachita adolescente ha crecido vertiginosamente, a un nivel ideal que en todas las capitales y ciudades importantes de Europa ya existen movimientos similares y, sin exagerar, en este momento en que se lee esta columna se despliegan miles de jóvenes en huelgas de los viernes en los ingresos a los parlamentos europeos.

De análoga forma este movimiento debería producir una conmoción en nosotros para sentir con vigor que la juventud es la eficiente motricidad en el mundo para buscar la justicia social y derogar leyes obsoletas y transformarlas en leyes correspondientes a las necesidades actuales de la población y su supervivencia.

No es ecuánime satisfacerse con la definición sociológica de la juventud como el periodo de la vida humana que comprende desde la adolescencia hasta la madurez, ¿Qué es lo que propugna esta inteligente decisión de la juventud? fundamentalmente destronar a los líderes de las potencias, sobre todo a las económicas, que deciden por el mundo y priorizan desatinadamente los intereses económicos antes que la preservación estricta del medio ambiente donde se vive.

¿Por qué es tan importante el medio ambiente? porque es relativo al medio donde vivimos; al elemento o conjunto de factores que condicionan la vida a los cuales debemos adaptarnos. Si se lo enrarece, destruye y produce con la exagerada industrialización y explotación que capas naturales de protección a la estabilidad del clima, se debiliten, entonces, la humanidad se destruye a sí misma.

Es inequívocamente admirable la percepción de la juventud y su decisión cuando tiene que actuar ante problemas que realmente lo son porque sitúan al mundo entero en inminente peligro.

La juventud en tan corto tiempo de duración y disfrute de este estado, históricamente demostró que es capaz de forzar cambios substanciales en todo orden, mejor que los adultos que disponen de mayor tiempo en su estado y que solo cesa con la muerte, sin embargo, los jóvenes sobrepujan la desidia y molicie para desestructurar a la rutina.

*Es abogado, posgrados en Interculturalidad y Educación Superior, Alta gerencia para abogados, Arbitraje y Conciliación, Derecho Aeronáutico, Filosofía y Ciencia Política (maestn), doctor honoris causa (IWA-Cambridge University)