Habemus reglamento

Luego de mucho tiempo de solicitarlo, de presionar para que se promulgue, el 30 de abril reciente, vio la luz el Reglamento de Gestión Integral de Residuos Sólidos del municipio de Oruro, que sanciona a quienes botan basura en cualquier parte, contaminando las calles y otras áreas de la ciudad.

Era imprescindible este reglamento para normar precisamente la mala disposición de los desechos sólidos que polucionan el ambiente y además de dar mal aspecto a la urbe, origina focos de infección, peligrosos para la salud de las personas.

Existen malos vecinos, que justamente donde existe una recomendación que prohíbe botar basura, es donde deciden dejar sus desechos, aunque con esa actitud infantil no ganan nada, simplemente dan más trabajo a las personas contratadas por la Empresa Municipal de Aseo Oruro (EMAO) y dan origen a microbasurales y por ende a focos de contaminación que ponen en peligro a los ciudadanos que pueden enfermarse al aspirar aire contaminado o al entrar en contacto con esos desechos.

Una anécdota contada por un ciudadano orureño menciona a una persona que de la ventana de su vehículo arrojó un papel a la calle y cuando le reclamaron que no hiciera eso, este personaje reunió toda la basura que tenía en su motorizado y la arrojó hacia fuera, en actitud de mostrar su soberbia y de no admitir que nadie le reclame por contaminar nuestra urbe.

Esas actitudes son nocivas para el planeta y hablan muy mal de la persona que la adopta, además que constituye el peor ejemplo para los más jóvenes o para los niños que observan e imitan a los adultos, sin pensar que esa acción trae problemas al medio en que vivimos y pueden convertirse en perjudiciales para nuestra misma salud.

El ejemplo que más bien debemos mostrar a nuestros descendientes es el de cuidar nuestro ambiente, cuidar nuestra ciudad, el lugar donde vivimos, pues hacerlo significa cuidar nuestra propia salud.

Esperemos que con la promulgación del reglamento que emitió el ejecutivo edil, aprobado y apoyado por el Concejo, tengamos la herramienta perfecta para poder sancionar a los prepotentes malos vecinos que ensucian la ciudad sin el menor escrúpulo, y logremos de esta manera la tan ansiada "ciudad más limpia de Bolivia", como era Oruro en el pasado.

Fuente: LA PATRIA