Oruro y planificación para su desarrollo

Una planificación integral de todo el país con miras a su desarrollo, sería interesante llevar a cabo, intento que muchas veces se anunció en el pasado pero que no halló concreción alguna por falta de iniciativas, decisión y disciplina para compulsar diversas ideas y criterios que permitan reunir a todos en un haz de voluntades; pero, solamente un Departamento, Santa Cruz, ante lo que no se hacía en niveles del gobierno central, decidió emprender la elaboración de un plan para estudiar y planificar su futuro y lo consiguió hasta lograr lo que hoy es digno de imitarse.

Oruro y sus instituciones, conjuntamente la Universidad, han tratado, en diversos años, de emprender labores con miras a un desarrollo; pero, la diversidad de ideas y las incoherencias habidas entre las instituciones no permitió avances que, de llevarse a cabo, hoy estarían en pleno funcionamiento.

Una virtud, que nunca hubo el propósito de concretar es el de la unidad; es decir, que todas las instituciones, entidades cívicas, deportivas, folclóricas, conjuntamente la universidad tendrían que decidir puntualmente qué es lo que deberían hacer, desde cuándo y cómo; para ello, nada más que unir voluntades y propuestas que se hagan propósitos firmes y decisivos. El departamento de Oruro cuenta no solamente con recursos mineralógicos sino con riquezas de todo tipo: sus cabeceras de valle, sus valles, sus regiones altiplánicas y hasta los sitios más áridos, contienen riquezas que sería bueno examinar y explotar, coordinar con las entidades y la Universidad qué y cuánto se podría hacer; ver hasta qué punto se puede y se debe explotar el turismo, una rama industrial que nunca se tomó en serio y menos se encaró con alguna planificación que permita desarrollar mucho turismo aprovechando las muchas riquezas que posee y que gustaría mucho no solamente a visitantes extranjeros sino a los propios bolivianos que, en su mayoría, no conocen ni saben cómo es el país, qué es lo que tiene, cuánto puede ser explotado turísticamente y hasta dónde sería posible llegar tan sólo con la unidad de propósitos, buenas y sanas intenciones, inversiones en lo que no se tenga y se le dé a su economía un dinamismo muy efectivo.

Oruro posee bienes incalculables y lo saben bien los orureños y sus entidades e instituciones; pero, no se aprovecha el excelente caudal de profesionales que tiene y en todas las disciplinas; menos se le da valor agregado a lo que produce cuando podría conseguir mucho más de lo incipiente que encara sin necesidad de recurrir al gobierno central - salvo para conseguir recursos financieros y tecnología para encarar algunas industrias que permitan darle valor agregado a su producción -. Oruro, como el resto del país, posee una juventud dinámica que es necesario "despertarla" y hacerla activa; hacer que participen en obras simples y complicadas que el saber humano puede explotar. Oruro, si se propone, y sus instituciones así lo deciden, puede alcanzar sitiales muy importantes en el desarrollo nacional.