Una ola de frío “polar”

Una intensa ola de frío que se ha dado en llamar como “polar”, soporta todo el territorio boliviano pero con más rigor nuestra ciudad con temperaturas mínimas extremas que llegaron, la semana que concluye, a 14 grados centígrados bajo cero.

Históricamente, la ciudad de Oruro es conocida como una ciudad de clima frígido y seco con temperaturas promedio de 12 grados centígrados, pero que en verano sube incluso por encima de los 20 grados centígrados.

El mes de julio es considerado como el más frío mientras que desde noviembre a marzo la temperatura promedio es de 18 grados centígrados.

Las bajas temperaturas actuales son atribuidas al cambio climático las que obligaron a las autoridades a prolongar el descanso pedagógico de los estudiantes más allá de lo establecido por el gobierno, desde La Paz.

De acuerdo a datos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, durante la década de los años 60, la ciudad soportó temperaturas mínimas extremas que en 1962, llegaron a menos 22,5 grados centígrados.

Si bien estos datos muestran una ciudad fría, el ambiente cambia radicalmente a partir del mes de septiembre cuando la temperatura sube considerablemente, los árboles recobran sus hojas y Oruro se viste de verde.

Los parques y jardines muestran las flores que en gran abundancia se dan en todo el departamento. Miles de árboles frutales que se cultivan en las viviendas familiares ofrecen sus frescos frutos para solaz de los orureños.

El tiempo frío y “polar”, no impide que los habitantes de la Capital del Folklore de Bolivia desarrollen sus actividades de forma normal sin perder su jovialidad y su tradicional hospitalidad.

Fuente: LA PATRIA