Se ha podido presenciar la reducción en niveles de la producción hidrocarburÃfera, primero del petróleo y luego del gas natural. Más allá de que el gobierno y sus acólitos de turno pretendan disfrazar la situación con ostentosas medidas y "récords" de perforación de pozos cuasi inservibles, aquellos que vivimos el dÃa a dÃa tratando de hacer alcanzar esos 100 bolivianos a la canasta familiar, vemos tanto la reducción de los volúmenes de exportación de gas al Brasil y a la Argentina como la elevación de las importaciones de combustible desde Chile y otros paÃses, con el consiguiente gasto para el erario nacional.
¿Pero por qué es importante esto?
Es importante porque el gobierno en todo su "modelo" económico denominado "comunitario" pese a toda la parafernalia propagandÃstica y sus millonarias propagandas, depende de la venta de gas natural, aspecto sólo recientemente reconocido por el gobierno y ya conocido por el pueblo previamente, todo gracias a la labor negociadora de los ministros de la denigrada época neoliberal quienes lograron condiciones ventajosas en cuanto al precio del gas asociándolo al del petróleo.
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Es importante porque el gobierno en todo su "modelo" económico denominado "comunitario" pese a toda la parafernalia propagandÃstica y sus millonarias propagandas, depende de la venta de gas natural, aspecto sólo recientemente reconocido por el gobierno y ya conocido por el pueblo previamente, todo gracias a la labor negociadora de los ministros de la denigrada época neoliberal quienes lograron condiciones ventajosas en cuanto al precio del gas asociándolo al del petróleo.
Sin el gas, no existen los millonarios presupuestos, sin el gas no existen las obras faraónicas, no hay financiamiento a movimientos sociales, sin el gas no hay aviones caros, sin el gas no hay palacios y museos, sin el gas no hay zapatas y prepagos para los jerarcas.
Careciendo ya de estos recursos por una deplorable polÃtica de inversiones y exploración hidrocarburÃfera, sumado al descenso de los precios del petróleo y por ende los del gas, no hay, ninguna, perspectiva de mantener la polÃtica de obras de derroche plurinacional, es decir careciendo de la renta petrolera-gasÃfera, no hay proceso de cambio, ninguna inteligencia supernatural de ministros y técnicos ni "buen manejo económico" como lo dijo cierto candidato de la oposición en tiempos pretéritos cuando no era "tan opositor", nada de eso, sólo dólares frescos de buenos precios.
Es interesante señalar que sin temor a la hipérbole la mayorÃa de las famosas inversiones, producto según la propaganda gubernamental de los afamados "acuerdos económicos" del presidente en sus curiosos viajes, son en realidad préstamos, préstamos condicionados en algunas ocasiones a la contratación de empresas y súbditos de la nacionalidad del paÃs "inversionista".
Llama también poderosamente la atención un pintoresco y hasta cómico documental donde una señorita enojada cual Sherlock Holmes con flequillo, investiga unos supuestos 22.000 millones de dólares americanos que se llevaron los gobiernos neoliberales, documental producido por una empresa insolvente y sin experiencia (se pude notar en la poco afortunada calidad de la cinta) eso sà contratada a costes millonarios, pagados por los contribuyentes, en medio de entrevistas y declaraciones propagandÃsticas de los personeros de gobierno, sin embargo no dedicaron suma semejante ni esfuerzos similares a investigar la desaparición de los pacahuara (una de las naciones indÃgenas grandiosamente citadas en la Constitución) ni mucho menos se hizo esfuerzo semejante en esclarecer el caso Fondioc, o la cuantiosa fortuna de la señora Zapata e incluso el caso de la hermanas Terán, entre una larga lista de casos.
La falacia deliberada y el derroche parecerÃan ser la premisa del gobierno del Estado Plurinacional, siendo quizás su más demoledora mentira lo que pasó y está pasando con la producción y exportación de gas natural, situación en la práctica ya irrevertible.
Por eso el siguiente gobierno, será un gobierno sin el gas, resta saber si la mayorÃa de los candidatos a la presidencia poseen la capacidad técnica necesaria para hacer frente a este reto, porque de no poseerla, la historia ya nos muestra lo que pasa.
(*) Es asambleÃsta orureño