La sexualidad, pilar de la vida

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Cuando se tiene una sexualidad responsable, uno piensa en disfrutar la actividad sexual y reproductiva, con criterios de ética social y personal, favoreciendo que este "disfrute" sea libre de temores o quizá de sentimientos de vergüenza y culpabilidad, rompiendo creencias que no están dentro de lo real. También pueden existir factores psicológicos que inhiben la vivencia sexual.

La persona debe enriquecer su mundo afectivo, buscando una perspectiva de integración con los aspectos corporales, emocionales, intelectuales y sociales, el cual se convierte en un potencial de la persona y va construyendo en esa interrelación una forma de vivencia pacífica.

La sexualidad forma parte integral de la persona, desde que nace hasta que muere, se la vive y se manifiesta en cada momento de la vida, por ejemplo: Es así que un niño, un adolescente, un adulto y un anciano, expresan sus sentimientos de distintas maneras.

Los comportamientos reflejan sus formas eróticas, el sentir placer, expresan cariño, ternura de diferentes formas, eso se ve al enamorar o en la expresión de los sentimientos.

Para desarrollar comportamientos que ayuden en la vida del ser humano, es necesario transmitir afecto y el deseo de bienestar a la otra persona, esa es la forma de vivir nuestra sexualidad.

Asimismo, cuando se da el coqueteo, se desea estar cerca de la pareja y tener relaciones coitales, que son formas de expresiones de la sexualidad.

Algunos autores manifiestan que es bueno el abordaje de temas de sexualidad entre los 10 a 13 años, ya que en la adolescencia temprana se conocen los cambios fisiológicos, debido al cambio hormonal, son transformaciones que se presentan gradualmente y estimulan la maduración de los órganos sexuales, para posibilitar la reproducción. Como también se manifiestan los caracteres sexuales secundarios de ambos sexos., a ese cambio se llama la pubertad.

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