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Sábado 04 de mayo de 2019

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Revista Tu Espacio

ODONTOLOGÍA

Disfunción de la articulación temporomandibular

04 may 2019

Dr. José A. Canaviri Vigabriel

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La articulación craneomandibular o temporomandibular es la que une la mandíbula con el lateral de la cabeza y es fundamental en el habla, la masticación, el tragar, etc. Sin embargo, cuando el disco articular no se encuentra en su posición correcta esta articulación no funciona con normalidad y su disfunción afecta a los músculos ligados a ella generando tensión, inflamación y dolor.

El sistema masticatorio se compone de los dientes, la articulación de la mandíbula y los músculos masticatorios que funcionan conjuntamente para lograr una adecuada masticación. El equilibrio de este sistema es delicado y, si alguno de sus elementos no tiene un correcto funcionamiento, los otros dos se adaptan para compensar el estado deficitario. En caso de que nuestro organismo no sea capaz de adaptarse adecuadamente, se origina una disfunción craneomandibular.

Las causas de disfunción temporomandibular pueden ser muy variadas, pero las más comunes son: Existencia de maloclusiones (defecto en la alineación de los dientes), bruxismo, traumatismos faciales, estrés, tensión emocional, contractura muscular, etc.

Signos y Síntomas

El sistema masticatorio puede estar trabajando de forma irregular durante mucho tiempo sin que aparezca ningún síntoma. Sin embargo, cuando el equilibrio del sistema se rompe, pueden aparecer los siguientes síntomas: Chasquidos u otros ruidos al abrir o cerrar la boca, limitación de la apertura oral, dolor orofacial, dolor de oído, dolor de cabeza (de predominio matutino), dolor en la zona de la mandíbula al tragar y masticar cosas duras o chicle, dolor en los músculos del cuello y la espalda.

El sistema masticatorio puede estar trabajando de forma irregular durante mucho tiempo sin que aparezca ningún síntoma. Sin embargo, cuando el equilibrio del sistema se rompe, pueden aparecer los siguientes síntomas: Chasquidos u otros ruidos al abrir o cerrar la boca, limitación de la apertura oral, dolor orofacial, dolor de oído, dolor de cabeza (de predominio matutino), dolor en la zona de la mandíbula al tragar y masticar cosas duras o chicle, dolor en los músculos del cuello y la espalda.

Tratamiento

En algunos casos, los síntomas de trastornos de la articulación temporomandibular desaparecen sin tratamiento. Pero si persisten, se recomendará una variedad de opciones de tratamiento, a menudo más de una que se administren al mismo tiempo.

Medicamentos: Junto con otros tratamientos no quirúrgicos, está opción puede ayudar a aliviar el dolor asociado con los trastornos temporomandibulares, entre los que usualmente usamos están: Analgésicos, antiinflamatorios, antidepresivos tricíclicos y relajantes musculares.

Terapias: Las terapias no farmacológicas para los trastornos temporomandibulares incluyen: Férulas orales, fisioterapia, asesoramiento psicológico.

Cirugía u otros procedimientos: Cuando los otros métodos no den resultado, podría sugerir procedimientos tales como: Artrocentesis, inyecciones en la articulación (corticoesteroides, toxina botulínica tipo A, ácido hialurónico, otros), artroscopia temporomandibular, condilotomía modificada y cirugía de articulación abierta (artrotomía). Cabe aclarar que raramente es necesaria la cirugía para tratar una disfunción temporomandibular, ya que 95 por ciento (%) de los pacientes son tratados, con medicamentos, terapias o con procedimientos mínimante invasivos.

Las referencias de este artículo son: sanitas.es, cun.es, y mayoclinic.org.

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