Una placa plasma la historia de los 40 años de Laboratorio Clínico Pasteur

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Con mucha emoción y orgullo, los propietarios y el equipo de trabajo del Laboratorio Clínico Pasteur, ayer realizaron el descubrimiento de la placa que hace referencia al año de fundación de esta institución de salud que ya cuenta con 40 años y se ha constituido en un patrimonio de los orureños. El acto central se desarrolló en las instalaciones ubicadas en las calles Bolívar entre Washington y Camacho.

El 21 de septiembre de 1978, el laboratorio fue fundado por el doctor Arturo Rolando Álvarez Arce, en los ambientes que continúan en el sector céntrico de la ciudad, al principio solo eran dos personas a cargo, pero ahora tiene más personal y se ha extendido con dos sucursales, que prestan un servicio social para las personas de escasos recursos de las zonas Sur y Norte.

En los 40 años de continuo emprendimiento, el precursor del Laboratorio Clínico Pasteur, motivado por las circunstancias, incrementó ostensiblemente el número de análisis y equipos más sofisticados, consiguiendo mantener el primer lugar en el tema de calidad en todas sus áreas que son dirigidas por diferentes profesionales.

Además, para continuar con sus altos estándares, el establecimiento es asesorado por un profesional de control y gestión de calidad que también es parte del laboratorio.

A lo largo de estos años esta institución se ha convertido en una referencia del departamento y continúa superándose cada día más.

"Es necesario dejar una placa recordatoria para que todos sepan quién fundó y cuándo el laboratorio, este momento es muy histórico y conmemorativo para nosotros porque somos un laboratorio con mucho prestigio y un patrimonio para la ciudad de Oruro, somos de tercer nivel, de referencia y nos buscan de toda Bolivia. Agradezco a la población porque gracias a ellos estamos aquí; el médico nos recomienda y los pacientes nos buscan, prefieren venir aquí porque sus análisis son bien hechos y no deben repetir en otros lados", expresó el fundador del Laboratorio Clínico Pasteur.

El brindis lo efectuó su esposa, Irma Orellana, quien agradeció a su compañero de vida y a sus colaboradores por seguir adelante.

"Quiero felicitar a mi esposo por esa ardua labor, él ha ido formando una pirámide, nosotros junto a sus hijos estamos admirados por el cariño y amor a su profesión, en esta ocasión quiero pedirle a Dios que lo siga bendiciendo para que continúe con ese afán tan desprendido que tiene", mencionó.

Fuente: LA PATRIA