Donde la media luna se opaca

La Habana, (PL) El presidente estadounidense, Barack Obama, no logró que el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, extendiera una moratoria para no construir nuevos asentamientos judíos en territorios palestinos.

Tampoco Obama logró de Netanyahu una promesa de que Israel no lanzará un ataque sorpresivo contra Irán próximamente, según reportó el diario Haaretz .

La permanencia de los asentamientos israelitas es uno de los contenciosos más importantes del conflicto palestino-israelí.

Se levantaron en tierras pertenecientes antes de la guerra a Egipto, Jordania y Siria y hacen que el mapa de la antigua Palestina parezca hoy una piel de tigre cubierta por manchas, opacando a la Media Luna con estas edificaciones no autorizadas.

Palestina es uno de los nombres que ha recibido esta región histórica situada entre el Mar Mediterráneo y el Río Jordán donde actualmente se ubican Israel, los Territorios Palestinos (Cisjordania y la Franja de Gaza) y una parte de Jordania y Siria.

Es además la Tierra Santa donde se originaron las religiones de cristianos, judíos y musulmanes.

Numerosas resoluciones de Naciones Unidas han condenado la construcción de dichos asentamientos, exigiendo su desmantelamiento y evacuación inmediata.

En la práctica son colonias construidas por Israel a partir de 1968 en territorios conquistados a los países árabes limítrofes durante la Guerra de los Seis Días en aquel año.

Actualmente, los asentamientos se encuentran ubicados en tres áreas: Cisjordania, Jerusalén Este y las Alturas de Golán.

En Cisjordania, territorio bajo administración militar israelí y parcialmente bajo control de la Autoridad Nacional Palestina, Israel ha levantado un muro con el objetivo de arrebatar territorios palestinos.

El área de Jerusalén Este, anexada en 1980 a la capital israelí mediante la Ley de Jerusalén, ha quedado gobernada desde entonces según la voluntad sionista.

Las Alturas del Golán, arrebatadas a Siria durante de la guerra de 1967, quedaron integradas al sistema administrativo israelí desde 1981 como el Distrito Norte, aunque formalmente Tel Aviv no las ha declarado anexadas aún pues están pendientes de un futuro tratado de paz con Siria.

Es en esta meseta donde están las mejores reservas de agua, tierras y recursos naturales que varias empresas israelitas vienen explotando al máximo.

La periodista Catrina Stewart asegura que existen más de 200 asentamientos que son ilegales según el derecho internacional y la propia Corte Suprema de Israel.

En noviembre del 2009 unos 400 mil israelíes vivían en los 128 asentamientos existentes en Cisjordania, mientras que unos 280 mil lo hacían en Jerusalén Este, asegura la experta Carol A. Redmount,.

Los tres mayores poseen el estatus de ciudad y sobrepasan incluso los 30 mil habitantes.

Existen también un centenar de pequeños asentamientos, ilegales según la ley israelí.

La Fundación por la Paz en Oriente Medio explica que los diferentes gobiernos israelíes han aplicado una coherente y sistemática política destinada a favorecer la emigración de los ciudadanos judíos a Cisjordania.

Una de las herramientas utilizadas para este fin es conceder beneficios financieros e incentivos a los ciudadanos, precisa Michael D. Coogan, profesor de la Universidad de Oxford.

La creación de estos asentamientos es una forma de colonización que viola el artículo 49 de la IV Convención de Ginebra de 12 de agosto de 1949 relativa a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, ratificada en 1951 por Israel y Jordania y en 1953 por Siria. Esta actividad de colonización israelí es susceptible de ser calificada jurídicamente como crimen de guerra, según el artículo 8, 2, del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que no ha sido ratificado por Israel.

Diversas resoluciones de la ONU han condenado los asentamientos, entre otras las resoluciones 446 y 465 del Consejo de Seguridad, esa última aprobada por unanimidad.

Esos textos condenan los asentamientos en general, los declaran nulos e instan a su desmantelamiento.

También figura la resolución 298, referida específicamente a Jerusalén Este.

EL MURO DE LA VERGUENZA

La Barrera construida por el Gobierno de Israel en Cisjordania cuando esté terminada robará aproximadamente el 10 por ciento del ese territorio palestino que quedará en el lado israelí.

De esa manera pretenden aislarlo del resto de Cisjordania y en su proyecto final se estima que el muro tendrá una longitud total de 721 kilómetros, según la organización israelita pro derechos humanos B´Tselem.

Otras organizaciones pacifistas, como la israelí Peace Now y la internacional Intermón-Oxfam, así como la UNICEF, afirman que la construcción de la barrera sobre lo que consideran territorio palestino ocupado impediría un Estado árabe palestino viable.

También afirman que aproximadamente el 48 por ciento de Cisjordania ocupada será anexada por Israel, asegurando así no sólo la continuación de los asentamientos sino también su ampliación.

Fondos recaudados con donaciones libres de impuestos por organizaciones judías en Estados Unidos ayudan a la continuación y ampliación de estos asentamientos, según una investigación del diario New York Times.

En la misma se determinó que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos está ayudando a Israel a sostener los asentamientos ilegales en Cisjordania al conceder exoneraciones fiscales para las donaciones destinadas a estos.

Durante la última década, al menos cuarenta grupos estadounidenses distribuyeron con más de 200 millones de dólares en donaciones que sirven para apoyar desde Estados Unidos la construcción ilegal de asentamientos israelíes afirma Democracy Now.

Además reveló que las donaciones libres de impuestos se vuelcan mayoritariamente a escuelas, sinagogas y centros de recreación, pero también se han destinado a la adquisición de perros guardianes, chalecos antibalas y miras telescópicas de rifles utilizados por los colonos judíos.

(*) El autor es jefe del Departamento de Difusión de Prensa Latina.