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Domingo 21 de abril de 2019

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Revista Dominical

Contra la pérdida del cuidado parental

Porque los niños tienen derecho a vivir en familia

21 abr 2019

Por: Danitza Velka V ega Quispe - Periodista de LA PATRIA

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De acuerdo a un estudio realizado por Aldeas Infantiles SOS, aproximadamente 30 mil niños viven en situación de riesgo, muchos están a punto de perder el cuidado parental y sus familias, el abandono infantil es un aspecto que se ve a diario, quedando como resultado una gran cantidad de menores de edad destinados a vivir institucionalizados en los centros de acogida del Gobierno, ante esta situación surge la pregunta ¿Qué hacemos como sociedad?, continuar indiferentes, denunciar o apoyar a estos hogares antes de que se derrumben.

Esta penosa situación la vivieron, hace algo más de un año, cuatro pequeñas, Daniela Melani de 12 años, Shely Mayren de ocho años, Ayelen Paulina de siete años y Briseida Ingrid de tres años, junto a sus padres Lesly Marcani Cruz de 34 años y José Paca Velásquez de 33 años.

La familia Paca Marcani, llegó de Cochabamba en busca de surgir en Oruro, los padres trabajaron de todo lo que pudieron, vendiendo comida la madre y el papá como ayudante de albañil, pero los ingresos eran pocos y las necesidades muchas, aspecto que llegó a agobiar a los progenitores de estas hermosas niñas.

La familia Paca Marcani, llegó de Cochabamba en busca de surgir en Oruro, los padres trabajaron de todo lo que pudieron, vendiendo comida la madre y el papá como ayudante de albañil, pero los ingresos eran pocos y las necesidades muchas, aspecto que llegó a agobiar a los progenitores de estas hermosas niñas.

Daniela, Shely y Ayelen que acuden a la Unidad Educativa Avelino Siñani, requerían materiales y uniformes para continuar sus estudios, sumado a esto el pago del alquiler en la habitación donde vivía la familia, los gastos de la comida, transporte y otras necesidades más hicieron que la desesperación entre a su hogar, el riesgo de que el padre se vaya a otro lugar en busca de trabajo era latente y la madre sin saber qué hacer no lograba entender a sus hijas.

Al notar este aspecto, y que las niñas acudían irregularmente a la escuela, la dirección del establecimiento educativo pidió el apoyo de la institución Aldeas Infantiles SOS, quienes se acercaron a la familia para evaluarlos y tenderles una mano amiga para que salgan adelante.

Según relató una de las representantes de esta entidad, la niña más pequeña presentaba desnutrición y otros problemas de salud, ante la necesidad de dinero los padres se alejaron y surgió el maltrato verbal.

Tras un trabajo de intervención se logró apoyar a esta familia para mejorar la salud de las niñas, recordarles el amor que debe existir entre todos y para que los padres se reencuentren renovando así sus votos como marido y mujer.

Asimismo, se les apoyó para que el padre consiga un mejor trabajo, ahora él es conductor de un minibús de transporte público ya que Aldeas Infantiles SOS le apoyó económicamente para que obtenga su licencia.

Para Lesly las cosas también cambiaron, fue capacitada en repostería y actualmente realiza deliciosos queques, panes y pasteles, que la gente busca, ella también apoya a otras mujeres para que salgan adelante y les enseña los conocimientos que adquirió en repostería, esta mujer valerosa a la vez se da tiempo para ser dirigente en los cursos de sus hijas y luego para ir a trabajar haciendo labores en una casa como doméstica.

UN DÍA EN SU HOGAR

Son las 07:30 horas, LA PATRIA llegó hasta el hogar de esta familia que está en un sector periurbano de la ciudad, lugar que no es de fácil acceso, Daniela nos abrió la puerta muy emocionada y nos invitó a pasar, en el interior de su habitación están sus hermanitas y su mamá, Lesly cuenta que se levantó a las 05:30 horas para alistar el almuerzo, ya que ella no puede hacerlo más tarde porque comienza a trabajar desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde. Don José, el papá no está, salió a trabajar desde las 07:00 horas y volverá sólo hasta antes de que entre el sol.

Mientras Shely termina de hacer sus deberes de la escuela su mamá la peina, a la par Ayelen también se alista para ir a clases, la más pequeñita Briseida saltó de alegría en la cama y nos saludó rápidamente dándonos la bienvenida.

Su hogar es humilde y caluroso, aunque algo pequeño para una familia de seis, Lesly indicó que ahora están más cómodas, tiene la habitación, un baño y cocina, antes vivían en un solo cuarto.

"Quiero mucho a mis hijitas y mi familia, ellos también me quieren, no ha sido fácil para nosotros salir adelante, vinimos a Oruro por el trabajo, por ellos trabajo, lo que gana mi esposo no siempre le alcanza y tenemos que apoyarnos para salir adelante, antes no sabía cómo tratar a mis hijas y con la falta de dinero todo decía con gritos, pero ahora primero les hablo y me ayudan todos hacemos algo en la casa compartimos todo juntos, los fines de semana preparamos algo en familia", dijo la mamá.

Shely algo tímida, pero muy segura cuando conversamos indicó que cuando crezca le gustaría ser doctora para ayudar a las personas, su hermanita Ayelen también sueña con ser médico.

Daniela la hermanita mayor es una niña muy inteligente, está en el cuadro de honor de su curso, muy carismática, sueña con seguir estudiando y Briseida con una gran inocencia mientras abrazaba a su peluche dijo que quería ser tan buena como su mamá y sus hermanas.

Lesly aprovechó la oportunidad para recomendar a las jóvenes que antes de tener hijos piensen muy bien, ya que es fácil tener un bebé pero no es tan fácil criarlos, por lo que deben tomar en cuenta una planificación familiar.

Una vez listas las niñas salieron de su hogar para ir a la escuela, en medio de un clima gélido recorrieron una distancia larga junto a su madre, Daniela que pasa clases por la tarde, se quedó en casa con Briseida la más pequeñita y cariñosa quien nos despidió en medio de lágrimas.

Acompañamos a Shely, Ayelen y su madre hasta la escuela, ambas se dieron un abrazo de despedida antes de ingresar, así concluyó la visita.

APOYANDO A LAS FAMILIAS

Aldeas Infantiles SOS trabaja con 180 niños de aproximadamente 50 hogares en la modalidad de familias en contención, pero en Oruro existen alrededor de 30 mil niños que viven en situación de riesgo, por lo que este trabajo minucioso debe ser visto como un ejemplo a seguir por las autoridades del Estado para mejorar nuestra sociedad.

Los profesionales de esta institución apoyan en un trabajo loable para evitar que se desintegre una familia y los niños caigan en situaciones de riesgo. De acuerdo al estudio que presentaron, hace algunos años, denominado "Cada niño y niña cuenta", en el indicador del índice de protección infantil, existen ocho factores que determinan la situación, de los cuales cuatro son internos (familias monoparentales o con múltiples hijos, violencia o alcohol, condiciones de salud de los padres y educación) y cuatro externos (falta de acceso a servicios básicos, desarrollo económico, vivienda que no es propia y la discriminación).

"El objetivo que tenemos es que la instancia pública del Estado tome las modalidades de familia en contención y familia ampliada para que sea una estrategia de trabajo en el Gobierno Municipal y Departamental; estamos apostando a trabajar en un entorno familiar, es decir, niños y niñas que vivan con sus padres o parientes y que no estén en situación de riesgo" indicó el representante de Aldeas Infantiles SOS, Maurice Cazorla.

Son tres los ámbitos en los que trabajan, primero el de servicios directos donde se apoya a la familia para salir de la situación de crisis, luego el desarrollo de capacidades donde se trabaja con los cuidadores (papá, mamá o la persona que esté al cuidado del hogar) y por último la abogacía, donde se coordina con las juntas vecinales, unidades educativas, centros de salud e instituciones estatales, para fortalecer una respuesta adecuada a favor de los niños.

Esta historia y este trabajo nos hacen reflexionar, para pensar que toda la comunidad debe dejar de ser indiferente y buscar las mejores alternativas para que los niños vivan en un entorno familiar saludable, no debemos sólo denunciar los hechos a las autoridades dejando que los menores sean llevados a los orfanatos del Estado, sino apoyar desde nuestras posiciones para que se salven las familias orureñas.

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