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Sábado 13 de abril de 2019

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Revista Tu Espacio

PSICOLOGÍA

El trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva

13 abr 2019

Por: Lic Mg. Sc. (c) Rodrigo Aliendre Ramirez - Exclusivo para Tu espacio.

Continuando con la descripción de los trastornos de personalidad nos encontramos con el obsesivo-compulsivo, existiendo un número elevado de pacientes que acuden a consulta, por los que se mencionará sus características.

El trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva tiene entre sus características una excesiva preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la apertura y la eficiencia.

Las personas con este trastorno tratan de mantener un sentido de control a través de una esmerada atención a las reglas, los detalles triviales, los procedimientos, las listas, los horarios o las formas, de tal manera que se pierde el objetivo principal de la actividad. Son excesivamente cuidadosos y tienen tendencia a la repetición, prestando una atención extraordinaria a los detalles y a la comprobación de los posibles errores. No tienen en cuenta el hecho de que los demás puedan estar muy molestos por los retrasos e inconvenientes que se derivan de este comportamiento. Suelen distribuir de manera poco eficiente el tiempo, dejando las tareas más importantes para el último momento. El perfeccionismo y los altos estándares de rendimiento que se autoimponen causan una disfunción significativa y angustia en estos individuos. Pueden llegar a estar tan involucrados en la fabricación de todos los detalles de un proyecto absolutamente perfecto que el proyecto nunca se termina. Los plazos se pierden y los aspectos de la vida del individuo, que no son el foco actual de la actividad, pueden caer en el caos.

Las personas con este trastorno tratan de mantener un sentido de control a través de una esmerada atención a las reglas, los detalles triviales, los procedimientos, las listas, los horarios o las formas, de tal manera que se pierde el objetivo principal de la actividad. Son excesivamente cuidadosos y tienen tendencia a la repetición, prestando una atención extraordinaria a los detalles y a la comprobación de los posibles errores. No tienen en cuenta el hecho de que los demás puedan estar muy molestos por los retrasos e inconvenientes que se derivan de este comportamiento. Suelen distribuir de manera poco eficiente el tiempo, dejando las tareas más importantes para el último momento. El perfeccionismo y los altos estándares de rendimiento que se autoimponen causan una disfunción significativa y angustia en estos individuos. Pueden llegar a estar tan involucrados en la fabricación de todos los detalles de un proyecto absolutamente perfecto que el proyecto nunca se termina. Los plazos se pierden y los aspectos de la vida del individuo, que no son el foco actual de la actividad, pueden caer en el caos.

Los individuos con trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva muestran una excesiva devoción por el trabajo y la productividad, con exclusión de las actividades de ocio y de las amistades. Este comportamiento no se explica por la necesidad económica. A menudo sienten que no tienen tiempo para tomarse una tarde o un día del fin de semana libre para ir de excursión o simplemente para relajarse. Suelen postergar las actividades placenteras, como las vacaciones, de tal manera que al final no las disfrutan. Pueden realizar con gran esmero las tareas del hogar (por ejemplo la limpieza excesiva repetida de modo que "uno podría comer en el suelo").

Los individuos con trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva pueden ser excesivamente concienzudos, escrupulosos e inflexibles sobre asuntos de moral, ética o de valores. Pueden forzarse a sí mismos y a los demás a seguir principios morales rígidos y normas de funcionamiento muy estrictas. También pueden ser despiadadamente autocríticos sobre sus propios errores. Muestran una deferencia rígida con la autoridad y las normas e insisten en su cumplimiento literal, sin alguna excepción por circunstancias especiales. Pueden ser incapaces de desprenderse de objetos desgastados o baladíes, incluso cuando no tienen valor sentimental. Son reacios a delegar tareas o trabajar con otros. Ellos insisten obstinadamente y sin justificación en que todo se haga a su manera y que las personas se ajusten a su forma de hacer las cosas. Suelen dar instrucciones muy detalladas acerca de cómo se deben hacer las cosas y se sorprenden y se irritan si otros sugieren alternativas creativas. Los individuos con este trastorno también pueden ser avaros y tacaños, y pueden mantener un nivel de vida muy por debajo de lo que pueden pagar, en la creencia de que el gasto debe ser estrechamente controlado para prevenir futuras catástrofes. Los individuos con este trastorno están tan preocupados por tener las cosas hechas de una forma correcta, que tienen problemas para estar de acuerdo con las ideas de otras personas. Planifican el futuro al detalle y no están dispuestos a considerar ningún cambio.

Si bien este trastorno de la personalidad se da a principios de la adolescencia y en la adultez, implica el deterioro e interferencia en el entorno laboral, académico, familiar, social, que tiene que ser tratado por profesionales en salud mental.

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