La Sociedad de Investigación Histórica de Potosà (SIHP) está viviendo los dÃas más intensos de su corta existencia.
Luego de haber propiciado la recuperación de los restos del escritor Carlos Medinaceli y el rescate parcial de la casa de Armando Alba, se involucró en un proyecto que no avanzaba desde hacÃa siete años: la transferencia de la primera Casa de Moneda a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (Fcbcb).
El adjetivo "primera" hizo arquear algunas cejas. "¿Acaso hubo más de una?", me preguntaron más de una vez y la respuesta fue invariable:
En su visita a PotosÃ, en 1572, el virrey Francisco de Toledo mandó construir las lagunas artificiales, la ribera de los ingenios y una casa de moneda. La ceca funcionó 200 años, desde 1573 a 1773, cuando fue reemplazada en su tarea de amonedación por un segundo edificio, más grande y majestuoso, que es el que conocemos ahora.
Estaba en estado ruinoso cuando la Prefectura de Potosà lo mandó a refaccionar, en 1915, cuando lo entrega a la Corte Superior de Justicia.
De entonces a la fecha, el edificio está en manos del Ã?rgano Judicial. Las gestiones iniciadas en 2012 por los entonces diputados Juan Carlos Cejas y David Cortez para su transferencia a la Fcbcb habÃan fracasado debido a que los judiciales exigÃan una compensación.
La intención es que, una vez transferido, el edificio sea devuelto a su condición original por una razón elemental y poco conocida: todo el opulento pasado de PotosÃ, el de las monedas de circulación mundial, de esclavos africanos trabajando en las hornazas y de increÃble abundancia de plata de alta ley corresponde a esta Casa de Moneda y no a la que conocemos todos.
Vamos, entonces, en procura de rescatar esa historia para exhibirla al mundo.
(*) Es Premio Nacional en Historia del Periodismo
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