"Gobiernos de las naciones, no sigan condenando a muerte los derechos humanos. Migrar es un derecho humano", proclamó, y exigió a los Estados y a los poderes públicos respetar los convenios y tratados internacionales de estas personas, que no pueden ser obligadas a regresar a sus paÃses por la falta de oportunidades, la pobreza o la violencia estructural.
Antes de rezar cada una de las 14 estaciones de este viacrucis migratorio, Verzeletti explicó a los medios de comunicación que el objetivo es denunciar "las injusticias" que están sufriendo los migrantes en la ruta migratoria y recordó que muchos de ellos están "hacinados en la frontera" porque el Gobierno de Estados Unidos prefiere "construir el muro y no construir la dignidad y los derechos humanos" de las personas.
Antes de rezar cada una de las 14 estaciones de este viacrucis migratorio, Verzeletti explicó a los medios de comunicación que el objetivo es denunciar "las injusticias" que están sufriendo los migrantes en la ruta migratoria y recordó que muchos de ellos están "hacinados en la frontera" porque el Gobierno de Estados Unidos prefiere "construir el muro y no construir la dignidad y los derechos humanos" de las personas.
"Todas las medidas que hoy están siendo impulsadas por Estados Unidos prácticamente son palabras de una persona que realmente no conoce el tema migratorio, fomenta la xenofobia, el racismo y la discriminación a la población migrante", proclamó, y recordó que mientras no existan polÃticas públicas y justicias sociales estas caravanas no van a parar.
"Exhortamos a los Gobiernos de la región y a la comunidad internacional a que no se olviden, ante todo, que son personas, hermanos nuestros que tienen que abandonar su paÃs, su familia y emprender un terrible viaje con el único objetivo de acceder a una vida digna. Los migrantes no quitan trabajo, ni colapsan las naciones y tampoco son delincuentes o terroristas", proclamó.
Y en este mismo sentido pidió que el derecho a migrar sea garantizado y que tal y como demanda el papa Francisco se favorezca el proceso de acogida, protección, promoción e integración, unos pasos que han escenificado en este viacrucis en que el piden acciones de "integración, defensa, dignidad y promoción" de derechos de migrantes y personas refugiadas.
Solo durante el año pasado, la Casa del Migrante de Guatemala atendió a 16.791 migrantes y en lo que va de 2019 esta cifra asciende a 5.594.
Por su parte, el administrador apostólico de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala, el obispo Raúl MartÃnez, recordó que la migración es la "necesidad de comer y vivir" y aseguró que los Gobiernos de la región "no tienen la capacidad" para hacer frente a este gran problema, que deja "familias rotas" que ha perdido "calidad de vida".
MartÃnez, que criticó la falta de programas y capacidad polÃtica a la hora de gestionar las necesidades de los paÃses, aseguró que los paÃses "se lavan las manos" y censuró la corrupción y la falta de honestidad de los funcionarios, por lo que pidió a los guatemaltecos analizar bien su voto de cara a los comicios generales del próximo 16 de junio.
Asà se desprende de las estadÃsticas divulgadas por la sede de la Organización Internacional para las Migraciones en Guatemala, unos documentos que recuerdan que en 2017 habÃan sido deportados 142.176 migrantes irregulares.
Los migrantes, entre los que habÃa 15.805 niños y 8.843 niñas, son en su mayorÃa hondureños, un 56,8 por ciento; mientras que el 40 por ciento corresponde a guatemaltecos (94.306); y el resto, un 1,2 por ciento, de El Salvador, el único paÃs de los tres que experimentó una reducción al pasar de los 26.811 en 2017 a los 26.479 en 2018.
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.