Jueves 04 de abril de 2019
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Resulta muy difÃcil cuantificar el cumplimiento, disciplinado por una parte y conciencial por otra, de la medida dispuesta a nivel mundial de un apagón durante una hora, en una noche determinada y en todas las comunidades donde la energÃa eléctrica presenta la favorable alternativa de iluminar calles, parques, plazas y por supuesto industrias, comercios y hogares. La disposición que corresponde a organismos internacionales que asumen la tarea de cuidar el medio ambiente y proponen medidas permanentes para evitar y disminuir el calentamiento global, incluyendo en su acción de promoción, un corte voluntario de energÃa eléctrica en la denominada "hora del planeta".
Seguramente la sumatoria de todo el ahorro de energÃa que se produce con una hora sin gasto de luz en el planeta, debe significar un porcentaje impresionante en la dimensión de ahorro de corriente eléctrica, que a su vez se traduce en la suspensión de una serie de actividades en buen número contaminantes, como algunas industrias y negocios que, rutinariamente en mayor o menor proporción, tienen que ver con una directa o indirecta contaminación del medio ambiente, aumentando el factor de calentamiento global que es la causa de muchos males en ciudades y comunidades con alto Ãndice poblacional y donde una hora de control en la emisión de gases, muestra con toda evidencia lo que ocurre en nuestro mundo altamente industrializado y por lo mismo "calefactor" de tierra y territorio, para definir la globalidad del daño inferido cotidianamente a la sociedad.
Fuente: LA PATRIA
