Como consecuencia de las continuas incursiones de jucus en el interior de la mina de Huanuni y especialmente en el sector de Cataricagua, se ha dispuesto mayor número de efectivos policiales y militares, sin embargo los ladrones que ahora operan en grupos, se dan una ventaja en sus tareas, cuando amenazan a los mineros regulares y a sus familiares, lo que ocasiona una reacción de lógica previsión por parte de los mineros regulares que incluso se "resisten" a trabajar en ciertas áreas donde se supone que operan los peligrosos jucus.
La situación es realmente delicada y de acuerdo a estudios preliminares, se requiere de un financiamiento extraordinario de por lo menos 2 millones de dólares, para implementar un plan de seguridad que se cumpla efectivamente y detenga la acción del robo de minerales, suprimiendo por supuesto las acciones ilÃcitas y poniendo a buen recaudo a los ladrones. Todo el operativo que incluirÃa el uso de drones, cámaras de vigilancia y otros instrumentos permitirÃa una tarea más efectiva de policÃas y militares para suprimir drásticamente la actividad de los ladrones de mineral.
La economÃa directa de la empresa, cuenta con un limitado presupuesto para pagar el contrato con la policÃa, pero necesita con carácter extraordinario el soporte de 2 millones de dólares para aplicar un efectivo plan de seguridad contra el juqueo. Sólo queda esperar que se apoyen esas iniciativas, pues el robo de minerales necesita de una acción radical y concluyente.
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