Acuerdos de sentido práctico

Frente a las condiciones en que se desenvuelven actualmente las relaciones entre nuestro país y el vecino Chile, parecen pocas las alternativas para encarar un diálogo de partes tomando en cuenta que la diplomacia chilena, triunfalista después del fallo de la CIJ de La Haya, no admite insinuaciones de orden "amigable" y se encierra en una posición, que como se verá está en abierta contradicción con sus propios principios.

Veamos porque, Bolivia recientemente ha planteado un diálogo bilateral a Chile y ese país ha respondido poniendo tres condiciones para abrir esa posibilidad de llegar en algún momento a la mesa de negociación. Aclarando el panorama; el Presidente boliviano sugiere a Chile un diálogo e intercambio bilateral para solucionar el enclaustramiento de Bolivia y Chile a través de su canciller responde poniendo tres condiciones para establecer una negociación.

Y las tres condiciones muestran claramente la poca voluntad de la diplomacia chilena, para avanzar en el asunto, sin embargo tal pedido demuestra que en el más alto nivel del Gobierno vecino se desconocen ciertos aspectos que tienen que ver con el cumplimiento de tratados y normas.

Veamos: Chile dice "Se deben respetar los resultados de la historia" luego añade que "se debe cumplir y respetar el Tratado de Paz y Amistad de 1904" y finalmente piden que "también se respete el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya", tres condiciones refrendadas por una posición que asegura la posición de que "Chile siempre está disponible para una agenda de futuro del siglo XXI".

Ahora bien y con mucha claridad nuestra cancillería tiene la oportunidad de recordar al gobierno chileno que "los más respetuosos de los resultados de la historia somos los bolivianos", que estamos esperando más de un siglo una muestra de justicia y solidaridad por parte de ese país, para reponer la salida al mar que nos fue arrebatado con una alevosa ocupación. A raíz de ese hecho se llegó a la conciliación onerosa de admitir el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que en su contenido otorga a Bolivia una serie de facilidades para el tránsito por sus puertos, priorizando las operaciones de exportación e importación, complementando ese derecho con la instalación y funcionamiento del ferrocarril Arica - La Paz, entre otros beneficios, que como se observa de manera permanente simplemente no se cumplen.

La tercera condición que plantea Chile, para poder iniciar un diálogo entre partes, es el respeto al fallo de la CIJ de La Haya, (Oct 2018). La actual posición de Bolivia, es la prueba fehaciente de respeto a ese fallo, que entre líneas deja abierta precisamente la posibilidad de negociar una solución que sea el resultado de acceder al llamado de la misma historia, de la evolución de circunstancias, de la necesidad de sustituir el conservadorismo en ciertos niveles de la diplomacia chilena y establecer condiciones propicias para justificar acuerdos solidarios, que permitan la integración de países vecinos y hermanos que cediendo posiciones, no pierden territorialidad, al contrario amplían un horizonte propicio para el progreso nacional y regional.

Las cosas hay que tratarlas en la dimensión que corresponda, reconociendo que se incumplen normativas y especialmente las que son parte del Tratado de 1904 de paz y amistad, condiciones relativas desde el punto de vista de quienes arguyen su utilización y sin embargo en los hechos, se ocasionan enormes perjuicios a Bolivia, con el uso unilateral de puertos, con largas huelgas que han dejado en la vía a miles de transportistas con toneladas de carga que no pudieron llegar a destino. �sta puede ser la oportunidad para que Chile muestre seriamente su intención de cumplir el Tratado de Paz y Amistad.

Fuente: LA PATRIA