Rejuvenece tus rodillas con plasma rico en plaquetas

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La Osteoartrosis es la enfermedad crónica y degenerativa más común de las articulaciones, es la causa más frecuente de dolor y una de las principales causas de discapacidad y dependencia de la población adulta, que genera altos costos en el área de la salud, su frecuencia aumenta con la edad.

Esta condición se caracteriza por dolor de la articulación, rigidez, limitación del movimiento, y grados variables de inflamación. Trae como consecuencia un daño progresivo del cartílago, y en última instancia la discapacidad del paciente.

En la actualidad, los tratamientos para la osteoartrosis van desde técnicas que únicamente alivian el dolor, como la artroscopía y el tratamiento farmacológico inicial con analgésicos y antiinflamatorios, hasta procedimientos que involucran la generación de implantes con andamios tridimesionales en el área de la ingeniería de tejidos.

En los últimos años se ha considerado como una alternativa terapéutica, el uso de factores de crecimiento autólogos. Estos factores de crecimiento se pueden obtener de las plaquetas circulantes en sangre periférica.

Es así que la terapia de plasma rico en plaquetas ha cobrado gran importancia en años recientes. Su uso dentro de la regeneración de tejidos se ha extendido desde regeneración de tendones y ligamentos, hasta su aplicación en cirugía plástica y medicina estética.

Se ha propuesto el uso clínico del plasma rico en plaquetas como alternativa terapéutica en pacientes con osteoartrosis, aplicándolo en forma de infiltraciones intraarticulares directamente en las rodillas de pacientes afectados. La mayoría de los estudios realizados hasta la fecha indican resultados prometedores, con disminución del dolor y mejora de la función de la articulación.

Una vez que el médico ha realizado la consulta, evaluación y diagnóstico de artrosis, procede a la extracción de sangre venosa, se somete la sangre a centrifugado y posterior aplicación intraarticular, se debe repetir las sesiones de acuerdo a la gravedad del caso entre una a ocho sesiones, con un intervalo de tres semanas a tres meses.

El paciente nota los cambios en cuanto a disminución de dolor, dejando así el uso de analgésicos, mejora la movilidad y vuelve a sus actividades normales. Se requiere evaluaciones anuales y repetir el tratamiento.

El tratamiento debe ser integral para aminorar las recidivas, en todos los casos hay mejoría. Es factible realizar en diferentes edades y en ambos sexos.