A 140 años del zarpazo chileno

Otro año más en la dolorosa historia de la invasión chilena al territorio boliviano y la violenta ocupación y despojo de tierra y mar que nos pertenecía, no pueden olvidarse y se trata de un hecho que reconocido, por los propios invasores, cercenó nuestra salida al océano Pacífico y desde entonces se suman ahora 140 años de lo que se califica como "el zarpazo de Chile a la riqueza boliviana".

Han pasado muchos años, casi un siglo y medio de aquel doloroso acontecimiento, han cambiado muchas cosas, excepto el valor conciencial de los bolivianos que pese a los avatares del destino, no renunciarán a su vehemente reclamo de exigir al invasor la reposición de nuestra soberana salida al mar.

Se cuentan muchas gestiones, acercamientos diplomáticos, ofrecimientos de Chile para encontrar solución a la injusticia, extremos políticos de los gobiernos, un abrazo en Charaña, una posibilidad de solución tripartita, con el Perú aún en poder de una llave que podría abrir la puerta de un arreglo satisfactorio, pero todas las instancias simplemente de buenas intenciones y sin llegar a concretar la base de una satisfactoria atención a la incansable y justa demanda de los bolivianos.

Ante tanta resistencia y tozudez de Chile, el Gobierno de nuestro país, hace dos atrás, justamente dos días antes del 23 de marzo, presentó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) , la réplica a la demanda plantada por Chile ante la demanda marítima de Bolivia. Nuestro país pidió entonces a la CIJ que recuerde a Chile la obligación que tiene de negociar "de buena fe" una salida soberana al mar, sobre la base de propuestas discutidas a lo largo de una azarosa historia.

El resultado de esa gestión, según los entendidos, "más política que diplomática" con sobrado optimismo de nuestro Mandatario y sus colaboradores, tuvo un resultado que "dejo fríos a los bolivianos y calentó la soberbia de los chilenos". Un fallo desfavorable y que no admite reclamo, sólo el convencimiento de que los más altos magistrados de una Corte Internacional de Justicia, se inclinaron por un fallo que "in - directamente" favoreció a Chile.

Y aquí estamos en la recordación de un nuevo Día del Mar, con la frustración a flor de piel, con el pensamiento inclaudicable de retornar al mar, pero al mismo tiempo convencidos de que "algo falló en nuestra gestión ante la CIJ". Hay quienes dicen que hubo exceso de optimismo y fallamos en el uso de adecuadas estrategias esencialmente diplomáticas antes que políticas". El resultado de esa falta de eficiencia diplomática es ahora un lastre para los responsables de lo que debió hacerse y no se hizo.

Días atrás una bancada política de oposición propuso la necesidad de conformar una comisión especial que investigue y establezca la responsabilidad de la derrota en La Haya, tomando en cuenta que el mismo equipo jurídico está a cargo de la defensa en la contrademanda por los manantiales del Silala. Las explicaciones se piden al Primer Mandatario. El actual canciller al respecto calificó el pedido como político y señaló que toda la información respecto a la demanda está disponible en su ministerio.

Sea como fuese, el asunto es preocupante, la derrota en La Haya duele y aunque el pedido boliviano de retorno al mar, es indeclinable, hay razones suficientes para exigir explicaciones detalladas de un juicio que perdimos y que no quisiéramos recibir otro duro golpe en el caso del Silala. Hay que cambiar la estrategia para que Chile entienda la razón de nuestro clamoroso pedido, el retorno al mar.

Fuente: LA PATRIA