En el último tiempo, de manera general, ejecutivos del sector industrial del paÃs, señalan que se aprecia un bajón preocupante en la dinámica económica del sector, lo que ha representado el cierre paulatino de varios negocios, especialmente del sector micro y mediano industrial, con la pérdida de fuentes de empleo y una ostensible disminución del aparato productivo.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias ha confirmado que debido a la aplicación de una serie de medidas dictadas desde el Gobierno, incluyendo algunas de directa presión tributaria, han obligado a un cambio en la estructura empresarial del sector, significando este hecho una pérdida en la cantidad de empleos que llegaba a más de 142.000 puestos formales y que en la actualidad se han reducido sustancialmente, efecto que lógicamente en la observación de analistas, induce a un inopinado crecimiento de la informalidad, refugio de los desempleados urgidos de tener un sustento diario.
Las medidas gubernamentales, aplicadas sin consenso, muy claramente tipificadas como arbitrarias, no consignan en ningún caso una mÃnima y real observación de la realidad en que se desempeña el sector industrial, las limitaciones que confronta y los desafÃos que asume para mantener en vigencia "algunas" industrias, que soportan regulaciones desproporcionadas y deben acudir a créditos de emergencia para evitar un mayor Ãndice de desocupación.
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Las medidas gubernamentales, aplicadas sin consenso, muy claramente tipificadas como arbitrarias, no consignan en ningún caso una mÃnima y real observación de la realidad en que se desempeña el sector industrial, las limitaciones que confronta y los desafÃos que asume para mantener en vigencia "algunas" industrias, que soportan regulaciones desproporcionadas y deben acudir a créditos de emergencia para evitar un mayor Ãndice de desocupación.
Entre las situaciones que ocasionan verdaderos conflictos al sector productivo, está el doble aguinaldo que no condice con la realidad en el desempeño de costos productivos, aún asà se defina por aplicar el crecimiento del PIB por encima de los 4,5 por ciento, que numéricamente puede ser evidente pero no es referente de una real superación financiera, por lo mismo la medida es causante de la distorsión económica de la industria nacional.
El otro punto de abierta contrariedad con los planes de producción en las industrias, en aquellas en las que hay planificación anticipada y cronogramas de cumplimiento, variar la estructura salarial en la medida que se antoja a la dirigencia del organismo laboral, es un verdadero atentado al sistema empresarial, pues no se permiten consultas, no hay diálogo y las medidas se aplican unilateralmente, complicando severamente la fragilidad financiera de las cada vez más pocas empresas que se atreven a enfrentar la inequidad gubernamental que responde a la presión sindical, sin tomar en cuenta que el resultado de esa polÃtica no es nada más ni nada menos que el cierre de empresas y la pérdida de empleos.
El caso de Oruro tiene una penosa historia, pues desde hace varios años, justamente la industria que fue ejemplo de una dinámica progresiva en el paÃs, fue decayendo, carente de apoyo, presionada tributariamente, huérfana de leyes y disposiciones que aseguren su vigencia, sin un parque industrial apropiado y sin estÃmulos que alienten nuevas inversiones. Grandes fábricas cuyo sello era reconocido internacionalmente decayeron y hasta se cerraron, los casos de Zamora, la fábrica de calzados; la fábrica Fernández de camisas, Eldriguez también de calzados, Hilbo de hilados y otras más, sólo para contar algunas que eran generadoras de divisas, empleos, impuestos y utilidades.
Ejecutivos de la industria, frente a la crÃtica situación por la que atraviesa el sector, han formulado algunos lineamientos, presentando un plan de polÃtica industrial que plantea la creación de un ministerio sectorial, para dar el valor y la importancia que merece el sistema productivo, como parte importante de la dinámica económica de Bolivia. Hay que empezar por algo para salvar el tema.
Fuente: LA PATRIA