Los niños sufren violencia

Diariamente niños y niñas, sufren mayor violencia, maltrato de parte de las personas adultas, de sus padres, también los medios de comunicación nos hablan de la violencia femenina, por el comportamiento machista de los hombres, como de las mismas compañeras mujeres. Las causas, vienen desde la infancia, de políticas sociales de regímenes anteriores que continúan actualmente, a pesar de muchas leyes en favor de los infantes y derechos de las mujeres, la violencia sigue aumentando.

Algunos de los factores sociales son la miseria y la pobreza, no hay de fuentes de trabajo que satisfagan a la familia. Por falta de comida, los niños, niñas, empiezan a trabajar, en muchos casos caen en la explotación, por el abandono permanente de los padres de familia, los niños se van educando sin el afecto de los sus papás, matrimonios inestables, que dañan los sentimientos de las personas de corta edad, y producto de estas emociones negativas, los niños y niñas, se van formando en medio de la violencia física, psicológica y el maltrato infantil.

Los derechos de los niños no son respetados, no se desarrolla en la familia, por los problemas económicos se manifiestan reacciones torpes; en el hablar, en la comunicación, no existe una conversación amable y sincera con las personas pequeñas, ahí, se deben detener los cónyuges jóvenes, para reflexionar sobre los nuevos seres que vengan al mundo.

Con estos problemas psicológicos, los infantes van desarrollándose y se convierten en personas adultas, obreros, profesionales, asambleístas, concejales, diputados, senadores, magistrados, autoridades públicas. Las familias viven con ese miedo, sin poder denunciar los maltratos y las amenazas que sufren.

Las políticas sociales deben estar dirigidas a la familia, para superar la violencia. Los niños, niñas sin padres, van deambulando en las calles, de un lugar a otro, en busca de pan para llenar su estómago, las personas mayores les van explotando, sin importarles, su alimentación, ropa, comodidad, alojamiento, cariño de los padres, al no poder cubrir sus mínimas necesidades, por necesidad van cayendo en la delincuencia, a robar por hambre, a no tener una educación, particularmente con esa falta de cariño de padres, llegan a conformar su propia familia, continuando así la violencia en ellos, convirtiéndose en hereditarios.

Por la violencia social existen los problemas políticos, educativos, culturales, las autoridades actúan con soberbia, represión, belicosidad, contra la población inocente, ellos se convierten en la verdad única, no aceptan los pensamientos diferentes. Muchas autoridades que pasan por las esferas gubernamentales, en vez de disminuir, van aumentando aún mayor la violencia, por sus actitudes negativas, por su verborrea negativa e hipócrita, que va hablando de los derechos de los niños, de las mujeres, de las personas mayores, ancianos, cuando en realidad lo hacen lo contrario.

La educación verticalista de los papás, que no les dan libertad, están sujetos a órdenes de sus padres, a los gritos. Por saciar su hambre, se dedican a la drogadicción, al comercio ilícito, donde consiguen el dinero fácilmente, sin mucho esfuerzo.

La sobreprotección, los mimos, perjudican a los niños, porque ellos quieren experimentar para tener madurez intelectual, aprender con errores, muchos papás confían en el castigo y el maltrato físicos, para que tengan una buena educación.

El maltrato a los niños y niñas, ocasiona problemas de salud mental y física, que no son fáciles de superarlos, continúan a lo largo de su vida, en el matrimonio, hasta en su trabajo, en su vida profesional, el rendimiento no es óptimo en cuanto a resultados, por eso es necesario trabajar en la prevención, en los matrimonios jóvenes, orientarles, en forma conjunta, con la educación de los hijos, para evitar estos problemas. Y la solución más fácil para la violencia, es llevarle a la cárcel, aumentando la delincuencia, las leyes sancionadas recomiendan castigar a los autores con la suspensión de su libertad, multiplicándose, mayor violencia social.

Las familias necesitan atención permanente para disminuir el maltrato infantil, trabajar en la parte recreativa, diversión, cuidar la vida de los niños, sus emociones afectivas. Desarrollar en ellos, juegos, canto, música, teatro, videos, juegos de antaño, además de brindar orientación a los padres de familia, apoyo a los matrimonios jóvenes, sacar tiempo para conversar, ser amables, eliminar el pensamiento machista, respeto a las niñas, desarrollar la parte emotiva en la infancia y continuar en la escuela, con los valores espirituales y culturales.