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Domingo 17 de marzo de 2019

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Revista Dominical

Melita del Carpio y Rosalba Guzmán: Dos mujeres, un camino

17 mar 2019

Por: Márcia Batista Ramos - Escritora (mar_bara@yahoo.es)

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Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la equidad de género se define como "la imparcialidad en el trato que reciben mujeres y hombres de acuerdo con sus necesidades respectivas, ya sea con un trato igualitario o con uno diferenciado, pero que se considere equivalente en lo que se refiere a los derechos, los beneficios, las obligaciones y las posibilidades. En el ámbito del desarrollo, un objetivo de equidad de género a menudo requiere incorporar medidas encaminadas a compensar las desventajas históricas y sociales que arrastran las mujeres".

Empero, en una sociedad con fuertes rasgos patriarcales y machistas, la equidad de género se pierde por senderos oscuros y tortuosos, primero en la relación de pareja, luego en las relaciones familiares, donde el hombre tiene un rol preponderante, solo por haber nacido hombre; llegando a ámbitos socioculturales y políticos, dependiendo del país donde la mujer tuvo la suerte de haber nacido.

Es normal que la falta de equidad de género pase desapercibida por muchas personas, por la creencia de que las cosas son así, y así deben seguir, como el hecho de que solo las mujeres tienen obligaciones en la crianza de los hijos; que una madre puede ser padre y madre, pero un hombre nunca; o que una mujer soltera debe vivir con sus padres; que la mujer solo debe salir de la casa paterna si tiene marido; y así por delante, en un largo rosario de nunca acabar, se suman los estereotipos de comportamientos que la sociedad "imputa" a la mujer y no así al hombre.

Es normal que la falta de equidad de género pase desapercibida por muchas personas, por la creencia de que las cosas son así, y así deben seguir, como el hecho de que solo las mujeres tienen obligaciones en la crianza de los hijos; que una madre puede ser padre y madre, pero un hombre nunca; o que una mujer soltera debe vivir con sus padres; que la mujer solo debe salir de la casa paterna si tiene marido; y así por delante, en un largo rosario de nunca acabar, se suman los estereotipos de comportamientos que la sociedad "imputa" a la mujer y no así al hombre.

En un país como Bolivia, donde la legislación es clara en cuanto a equidad de género se refiere, pero la sociedad en su conjunto, aún no está lista para disfrutar de las ventajas que advienen de tal equidad; y muy a menudo, vemos el reflejo de la educación machista y patriarcal en situaciones donde las mujeres viven en condiciones de sometimiento: al enamorado, al novio, al marido y a la familia que la condiciona a permanecer paralizada, por el "bien" de sus hijos o sabe Dios qué; las mujeres pierden primero su autoestima, luego su libertad, por no saber utilizar la valentía que le es intrínseca (como ser humano) para cambiar una situación, en todo caso, sino mala, totalmente incómoda para la mujer.

Es en ese contexto, de desigualdad de género, que las escritoras Melita del Carpio y Rosalba Guzmán, se basan para escribir sus respectivos libros de cuentos: "Nosotras las de entonces", y "�Ya no somos las mismas", dos libros en uno, con temáticas en espejo.

"Nosotras las de entonces", reúne diez cuentos vertidos por la pluma de la polifacética Rosalba Guzmán Soriano, la escritora y poeta cochabambina, que es psicoanalista, actriz de teatro y cine, y también docente de la Carrera de Psicología en la UMSS.

Rosalba Guzmán es una escritora ampliamente premiada, es investigadora y autora de varios libros de literatura infantil en los géneros de: teatro, cuento, novela y poesía; además es autora de publicaciones pedagógicas relacionadas con: liderazgo, lingüística, didáctica del lenguaje y educación sexual. Publicó 19 libros y tiene una centena de cuentos escritos. Además de innúmeros guiones para teatro y video.

"�Ya no somos las mismas", reúne diez cuentos de la creativa escritora María Melita del Carpio Soriano, la escritora cochabambina, que es investigadora, actriz de cine y teatro, cuentacuentos, animadora de bibliotecas y educadora con larga trayectoria; publicó leyendas para niños, cuentos y microcuentos; escribió reseñas y ensayos sobre la literatura boliviana; además de diversas publicaciones pedagógicas. Es colaboradora de revistas y periódicos nacionales e internacionales; y fue galardonada como ensayista, aun siendo adolescente. Publicó seis libros y escribió una veintena de cuentos.

"Nosotras las de entonces", y "�Ya no somos las mismas", son dos libros de cuentos, unidos en una sola encuadernación, donde la temática común es la equidad de género abordada desde la visión particular de cada autora.

Melita y Rosalba, son dos mujeres, que escriben con bastante profesionalismo, dejando en relieve la calidad de sus respectivos trabajos; que son escritos breves, que se desarrollan en una sola acción, normalmente, centrada en uno o dos personajes y con el tiempo y espacio escasamente desarrollados, siempre con final inesperado. El décimo cuento de cada escritora se mezcla, haciendo de los dos libros uno, en una novedosa y creativa perspectiva para la lectura.

Rosalba, en sus cuentos, enfoca los dramas de relacionamiento de pareja y de familia que suelen enclaustrar a las mujeres; que comúnmente, en nuestra sociedad, quedan subyugadas; pero, la autora no somete sus personajes a la resignación, por el contrario ella reconoce la libertad de decidir, intrínseca a cada ser humano; entonces sus personajes son capaces de sacar la venda de las ilusiones que les cegaba, para reflexionar sobre su situación, comprender su existencia y tomar la decisión de liberarse del claustro en que se encontraban recluidas. Al tiempo que, hace un retrato de una sociedad en transformación que aún arrastra problemas básicos de desigualdad de género y suma los nuevos conceptos de "elección" de género.

Melita, en sus cuentos, trabaja la baja autoestima de los personajes a través de situaciones comunes de la vida, que suelen someter a las mujeres y hacerlas olvidar de sus propias necesidades, como persona, para agradar al otro o a los demás; muestra cómo, de manera natural las mujeres, quedan sometidas en la sociedad en que vivimos, sin ni siquiera percatarse de cómo llegaron a la situación de víctimas de su propia circunstancia; pero, de manera inesperada, Melita, con su poder creador, les da un soplo de valentía, a cada uno de sus personajes, y les libera y les hace recobrar la autoestima perdida; dejando claro que para decidir se necesita solo un instante y ese instante cambia totalmente el futuro.

Las autoras fueron muy versátiles e innovadoras en su propuesta de presentar dos libros en uno. Donde la protagonista es la mujer. La manera de escribir, por cierto, es muy particular en cada una de las escritoras; que presentan cuentos reflexivos y fuertes, con alto grado de realismo y mucha imaginación al plasmar los enredos.

La palabra que se me ocurre para describir este libro es: adictivo. Por ello, recomiendo que tienes que leer ya, si aún no lo has hecho. Son cuentos cortos, de fácil lectura; son cuentos juveniles, pero, que todos jóvenes y adultos deberían leer, para que nuestra sociedad evolucione, para poder salir de situaciones que encadenan nuestra sociedad en un lugar común: en la desigualdad de género.

¡Helas, ahí! Hermanadas por la sangre y por el alma; abriendo el camino de empoderamiento de la mujer a través de la literatura. Loable aporte para transformar una sociedad que tanto necesita. Así, son ellas: Melita del Carpio y Rosalba Guzmán: Dos mujeres talentosas, un camino.

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