El cardenal Pell condenado a 6 años de cárcel por pederastia en Australia
14 mar 2019
Fuente: SÃdney (Australia), 13 (EFE)
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El cardenal australiano George Pell, exnúmero tres del Vaticano, fue condenado hoy (ayer) a seis años de prisión por abusar sexualmente de dos niños en 1996 "con cruel indiferencia" y "abrumadora arrogancia".
Pell, el más alto cargo de la iglesia católica en ser declarado culpable por pederastia, se enfrentaba a diez años por cada uno de los cinco delitos, uno de ellos por penetración oral, de los que fue declarado culpable por un jurado el pasado 11 de diciembre.
El juez Peter Kidd, del Tribunal del estado de Victoria, dijo en la lectura de la sentencia que el prelado de 77 años deberá cumplir al menos tres años y ocho meses de la condena antes de poder solicitar la libertad condicional.
Pell se mantuvo impasible durante la lectura del veredicto, retransmitido en directo, al que asistió sin su alzacuellos por primera en todo el proceso y del que salió tras firmar el registro de agresores sexuales, en el que permanecerá de por vida.
Pell se mantuvo impasible durante la lectura del veredicto, retransmitido en directo, al que asistió sin su alzacuellos por primera en todo el proceso y del que salió tras firmar el registro de agresores sexuales, en el que permanecerá de por vida.
La condena es por los hechos ocurridos en diciembre de 1996 en la sacristÃa de la catedral de St Patrick´s, en el Este de Melbourne, contra dos niños de 13 años del coro, identificados como "J" y "R" por el juez en la sentencia.
A "R" lo agarró de la nuca y se lo acercó a los genitales, mientras que a "J" lo penetró oralmente y le tocó sus partes Ãntimas mientras se masturbaba, precisó.
"Todas las ofensas, en los dos episodios, son significativamente más serias debido al entorno o las circunstancias contextuales, en concreto, la violación a la confianza y el abuso del poder. Desde mi punto de vista, su conducta fue impregnada de abrumadora arrogancia", expresó el juez.
"Usted pasó de una vÃctima a otra. Su diálogo con las dos vÃctimas en el primer episodio era intencionado y receptivo. Usted continuó ofendiendo con cruel indiferencia a la evidente angustia y objeciones de las vÃctimas. En algún momento de este episodio, incluso le dijo a las vÃctimas que estuvieran quietos porque lloraban", precisó el juez.
La sentencia fue seguida por muchas vÃctimas de abusos sexuales en la sala, a las afueras y por la televisión, entre ellas algunas presuntamente agredidas por Pell en otros casos, asà como por miembros de la iglesia católica o de otras instituciones.
"Es difÃcil para mà permitirme sentir la gravedad de este momento. El momento en que la sentencia fue emitida. El momento en que se hace justicia. Me resulta difÃcil ahora mismo sentirme reconfortado con este desenlace", expresó "J" en un comunicado difundido por su abogada.
"Agradezco que el tribunal haya reconocido lo que fue infringido contra mà cuando era un niño. Sin embargo, no tengo descanso", añadió el demandante.
La vÃctima subrayó que "todo está ensombrecido" por el recurso de apelación que la defensa de Pell presentó contra el veredicto de culpabilidad y que será evaluada a principios de junio.
Por su lado, el padre de "R" se mostró "decepcionado por la corta condena" y expresó su tristeza por lo que considera un castigo inadecuado por estos delitos, según indicaron sus abogados, en otro comunicado.
Varios activistas que se concentraron delante del tribunal celebraron la condena como "una pequeña dosis de justicia", y se felicitaron porque el prelado "al menos está en la cárcel".
En la corte, un coro de personas reaccionó al ver a los detectives que lideraron la investigación contra Pell cuando salÃan de la sala al grito de: "tres hurras por la PolicÃa de Victoria, ¡hip, hip, hurra!".
Fuente: SÃdney (Australia), 13 (EFE)
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