En defensa del Silala

Ante el anuncio y posterior presentación de una demanda internacional en la CIJ por parte de Chile, pidiendo que ese tribunal declare que el Silala es un río internacional, dicho país ha actuado como siempre de mala fe.

"Miente, miente que algo quedará", parece pensar el gobierno chileno, ante esta nueva agresión a la soberanía de Bolivia, que se suma al robo sin pausa de las aguas de los manantiales del Silala, ubicados exclusivamente en territorio boliviano. No queda otra cosa que afrontar este que no es otra cosa que un desafío a nuestro caro patriotismo, en este tiempo que nos ha tocado vivir, mucho más que en otros, Bolivia necesita que nuestro pueblo esté unido sin importar las corrientes políticas o ideológicas.

Nuevamente se ataca a nuestra madre común, pues todos somos hijos de Bolivia, desde Villamontes a Cobija, de Charaña a Puerto Suárez, de Norte a Sur de Este a Oeste, habitamos los hijos de esta bendita madre Patria que se llama Bolivia, y en su defensa, no existen otros colores que los de nuestra bandera, símbolo sagrado por el que, en el pasado, muchas veces nuestros mayores dieron su sangre y sus vidas por defenderla.

Agrupémonos ahora más que nunca en torno al hermoso pabellón nacional, para una vez más, defender a la Patria amada; empero esta vez ya no en los campos de batalla, sino en los más altos e importantes tribunales que ha creado la humanidad para resolver los conflictos entre naciones y en el campo de la diplomacia. Defensa que debe ser llevada a cabo en primera línea por nuestros mejores hombres y mujeres, despojados de cualquier mezquino interés personal o partidario, ojala así lo entienda el gobierno nacional a la cabeza del Sr. Evo Morales, pues en estos momentos la historia y el destino nos ha deparado a la generación presente, hacer respetar a nuestra noble y sufrida madre común.

De nuestros actos de hoy, las generaciones venideras nos pedirán cuentas, si no actuamos ahora con inteligencia, con sabiduría y por sobre todo, impulsados sólo por el sublime e intenso amor patrio que todo boliviano guarda en su corazón, en nombre de ese amor llamo a mis conciudadanos a hacer ofrenda de fe en el destino de Bolivia, a deponer todo encono o rencilla interna, para que juntos y como un solo hombre todo el pueblo boliviano defienda su patrimonio.

Para los que ahora vivimos y sobre todo para los que más tarde han de venir a llamarse bolivianos, unifiquemos los esfuerzos de nuestro pueblo, formemos un océano de voluntades, que no decaiga la moral, Bolivia no es más la cenicienta del continente, y los bolivianos del presente, no somos como otras generaciones, ahora nosotros estamos aquí para hacer respetar a nuestra santa madre Bolivia, seamos pues, dignos de ella.

La historia, la razón y el derecho están de nuestra parte, confiemos en la justicia de nuestra causa y adelante, siempre adelante adorada Patria mía, aún tienes hijos que te aman por sobre todo y nosotros sabremos defenderte, trocando el fusil de nuestros abuelos, por la pluma de tiempos más civilizados.

*Es Abogado