Acumulación y recojo de basura

Sin lugar a dudas en los días pasados, incluyendo los del último fin de semana, han obligado a los ejecutivos de la Empresa Municipal de Aseo Oruro (EMAO) a adoptar medidas de emergencia para mantener la ciudad limpia después del cumplimiento de celebraciones, que por sus características y la participación de miles de personas, tiene un lamentable saldo con acumulación de desechos de variada condición que prácticamente queda en las calles, al no existir basureros públicos, tampoco contenedores y sumando al hecho, indisciplina ciudadana y en última instancia la única alternativa de colocar la basura en la vía pública, sea bajo graderías, en una esquina, en las puertas de algunos domicilios, en fin, allí donde puede caber una cantidad de desechos.

Esa basura así dispuesta por la ciudadanía a lo largo y ancho de los sitios por donde suceden algunos acontecimientos, debe recoger el personal de EMAO que para éstas ocasiones cumple una sacrificada tarea, extraordinaria de su labor rutinaria, pues no debe ser nada sencillo, barrer, acumular y retirar más de 900 toneladas de basura, con seguridad más de 1.000 después del domingo de tentación.

Como se observa en las calles, ese trabajo es sumamente duro, escoba y un levantador a mano y un recorrido de muchas cuadras para dejar la ciudad más o menos limpia, decimos eso porque si bien la gente de EMAO trabaja en el centro, los vecinos se ocupan de acumular otra buena cantidad de basura en muchos barrios y especialmente los periféricos donde no llegan los pocos carros recolectores que están sumamente cargados en el sector central.

Fueron jornadas de trabajo extraordinario y hay que reconocer que en este problema se observa claramente las deficiencias que tiene EMAO, aparte del reducido número de trabajadores fijos, la falta de basureros y de contenedores que podrían ser utilizados en calles y plazas por la ciudadanía, naturalmente con una previa campaña de orientación y una respuesta conciencial de responsabilidad vecinal para su adecuado uso.

Si bien es ponderable y reconocido el trabajo cumplido por EMAO en los últimos días, dejando la ciudad limpia y libre de 1.000 toneladas de desechos, es necesario señalar que de manera paralela deben ser establecidos planes de contingencia para mantener también los turnos en días especiales para recoger la basura en muchos barrios, donde lamentablemente cuando no "pasa" el carro basurero, es casi segura una irresponsable acumulación de basuras en cualquier esquina a disposición de jaurías de perros que la desparraman y que ya no limpian los empleados de EMAO, lo que implica tener el centro de la ciudad limpio y el contorno sucio.

En esta parte del problema, hay responsabilidades compartidas y es que si EMAO falla en el cumplimiento de un rol establecido de recojo de basura, por cumplir tareas extraordinarias, bien podría reemplazar el día incumplido y de esa forma los vecinos estarían obligados a retener sus bolsas evitando dejarlas en la vía pública, pero el asunto es de coordinación, de disciplina y responsabilidad compartida, todo en función de mantener una ciudad limpia y sana.

El asunto no es sólo de buena voluntad, pues si el lado operativo no funciona correctamente, el contingente social buscará soluciones de sencilla ejecución, aunque de pésimo efecto, por lo mismo, corresponde al municipio mejorar los servicios de EMAO, pero también concienciar a la comunidad sobre ese razonable dicho: "La ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia".

Fuente: LA PATRIA