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Influencia de la religiテウn catテウlica en los indテュgenas americanos durante la colonizaciテウn: テ?rdenes Religiosas - Periテウdico La Patria (Oruro - Bolivia)
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Domingo 10 de marzo de 2019

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Cultural El Duende

Influencia de la religiテウn catテウlica en los indテュgenas americanos durante la colonizaciテウn: テ?rdenes Religiosas

10 mar 2019

Por Antonio Revollo Fernテ。ndez

Segunda parte

ORDEN DE LOS FRANCISCANOS. Durante los siglos XV y XVI, la Orden Franciscana se constituyテウ en la expediciテウn mテ。s numerosa y su espテュritu misionero llegテウ a lugares insospechados. El primer periodo destaca a Fray Pedro de Gante, nテコcleo evangelizador en la conquista de Mテゥxico. En 1524 desembarcaron los "doce apテウstoles" dirigidos por fray Martテュn de Valencia quienes, ademテ。s de evangelizar a los oriundos, obraron por la igualdad social. "En lo que va del siglo XVI, dentro el territorio boliviano, los franciscanos crearon los conventos de San Antonio de Potosテュ y Nuestra Seテアora de los テ]geles de La Paz, posteriormente fundan los conventos de San Francisco de Pocona, San Francisco de Cochabamba, Nuestra Seテアora de los テ]geles de Mizque, Santa Ana de Chuquisaca, Nuestra Seテアora de Guadalupe de Oruro y Nuestra Seテアora de los テ]geles de Tarija. La rama femenina franciscana estaba compuesta por la Orden de Las Capuchinas y la Orden de Las Clarisas establecidas en conventos de clausura en Mテゥxico, Perテコ y Nueva Espaテアa con una labor exclusivamente contemplativa y monテ。stica, sin contenidos educativos o evangelizadores y sitio privilegiado para las descendientes de la elite espaテアola y nativa.

ORDEN DE LOS FRANCISCANOS. Durante los siglos XV y XVI, la Orden Franciscana se constituyテウ en la expediciテウn mテ。s numerosa y su espテュritu misionero llegテウ a lugares insospechados. El primer periodo destaca a Fray Pedro de Gante, nテコcleo evangelizador en la conquista de Mテゥxico. En 1524 desembarcaron los "doce apテウstoles" dirigidos por fray Martテュn de Valencia quienes, ademテ。s de evangelizar a los oriundos, obraron por la igualdad social. "En lo que va del siglo XVI, dentro el territorio boliviano, los franciscanos crearon los conventos de San Antonio de Potosテュ y Nuestra Seテアora de los テ]geles de La Paz, posteriormente fundan los conventos de San Francisco de Pocona, San Francisco de Cochabamba, Nuestra Seテアora de los テ]geles de Mizque, Santa Ana de Chuquisaca, Nuestra Seテアora de Guadalupe de Oruro y Nuestra Seテアora de los テ]geles de Tarija. La rama femenina franciscana estaba compuesta por la Orden de Las Capuchinas y la Orden de Las Clarisas establecidas en conventos de clausura en Mテゥxico, Perテコ y Nueva Espaテアa con una labor exclusivamente contemplativa y monテ。stica, sin contenidos educativos o evangelizadores y sitio privilegiado para las descendientes de la elite espaテアola y nativa.

ORDEN DE LOS DOMINICOS. "En 1509 llegaron a La Espaテアola los dominicos encabezados por fray Pedro de Cテウrdoba. La Orden en Amテゥrica debテュa respetar la observancia mテ。s estricta de acuerdo a la reforma impuesta en los conventos de la Penテュnsula, sin embargo su rigor テゥtico chocテウ con las costumbres idolテ。tricas y permisivas de los nativos e inclusive de los colonizadores, en cuya lid sobresaliテウ fray Antonio de Montesinos quien, en 1511, en su tarea pastoral y humanista, se enfrentテウ con la resistencia de los encomenderos. Los dominicos participaron de forma casi exclusiva en la conquista de Nueva Granada y tuvieron gran labor en Perテコ y Quito".

La "Encomienda" fue la instituciテウn que permitiテウ la distribuciテウn de tierras para el "encomendero" obligando al sometimiento y servidumbre de los indテュgenas quienes, como contraparte eran adoctrinados en el catolicismo. Fray Bartolomテゥ de las Casas, defensor de los indios, cuestionテウ esta instituciテウn dando origen al famoso debate de Valladolid organizado por el Consejo de Indias que tuvo lugar entre 1550 y 1551 en el Colegio de San Gregorio. Allテュ se debatieron dos visiones acerca de la colonizaciテウn de Amテゥrica: la del Fray Bartolomテゥ de Las Casas que defendテュa los derechos humanos de los indテュgenas con apasionamiento y la del literato Juan Ginテゥs de Sepテコlveda, quien pretendテュa legitimar el dominio de los espaテアoles sobre los nativos llamテ。ndolos "infieles sin alma" y con "prテ。cticas bテ。rbaras", motivo que justificaba su sometimiento a la servidumbre y esclavitud. Tras esta controversia doctrinal, si bien no se eliminaron las encomiendas, se flexibilizテウ el trato inhumano hacia los indテュgenas.

ORDEN DE LOS AGUSTINOS. Los Agustinos llegaron a Amテゥrica tras los Franciscanos y Dominicos. Su labor estuvo marcada por la construcciテウn de templos monumentales que expresaron el mestizaje entre la cultura europea e indテュgena. En 1533 llegaron a Mテゥxico siete monjes agustinos que desarrollaron su labor misional en las zonas no ocupadas por otras テウrdenes. Esta iniciativa se extendiテウ a Perテコ y Charcas donde alcanzaron su mテ。ximo esplendor, particularmente en el espacio geogrテ。fico de los antiquテュsimos Urus y Aimaras.

De acuerdo a Hans Van den Berg, la presencia de los Agustinos en Charcas, Alto Perテコ (hoy Bolivia) trasciende lo mテュtico y legendario puesto que "desde la テゥpoca colonial se discutiテウ ampliamente sobre si la Buena Nueva ya habテュa llegado a ese continente en la テゥpoca de los Apテウstoles. Fray Antonio de la Calancha argumentaba que el apテウstol Santo Tomテ。s ya habrテュa predicado en este continente basテ。ndose en la fascinante tradiciテウn de los Andes sobre el hテゥroe cultural Thunupa, de quien se relata anduvo por el Altiplano como una especie de predicador penitencial, exhortando a la gente a convertirse y llevar una mejor vida moral". "La tradiciテウn sobre este "profeta" andino estaba todavテュa vigente en la テゥpoca colonial y desde esta convicciテウn, Fray Antonio de la Calancha elaborテウ su teologテュa de la reevangelizaciテウn".

Por otro lado, sorprende que "una de las obras mテ。s importantes de los agustinos en el Alto Perテコ fue el Santuario de Copacabana a orillas del Lago Titicaca. Ya en テゥpoca incaica el lugar habテュa sido famoso como centro religioso. Cuando los espaテアoles se establecieron en esta parte de la meseta andina, trataron de convertir este centro de culto autテウctono en santuario catテウlico mediante la devociテウn de la virgen de Copacabana, esculpida por el joven indio Tito Yupanqui".

De acuerdo a la Arq. Teresa Gisbert de Mesa, desde tiempos remotos Copacabana fue centro de peregrinaciテウn andina. "Copacawana" (nテウmina de una deidad acuテ。tica puquina-aimara con figura pisciforme de color azul intenso) al ser considerada idolテ。trica fue hundida en el lago y en su lugar se edificテウ el Santuario. A propuesta de la Audiencia y del Virrey Toledo, el rey Felipe II instruyテウ a los Agustinos establecerse allテュ donde propagaron con tal intensidad el culto que el santuario de la Virgen de Copacabana llegテウ a convertirse en el mテ。s importante de toda Amテゥrica en la テゥpoca colonial.

Con relaciテウn al hinterland acuテ。tico del mundo Uru (Oruro-Bolivia) del periodo pre incaico, Van den Berg afirma que llegaron a este territorio "los primeros Agustinos en los aテアos cincuenta del siglo XVI, anteponiendo las necesidades de la Iglesia a su propia comunidad. Solicitados por el encomendero Lorenzo de Aldana, entraron en el mundo de los aimaras y de los urus que vivテュan entre Oruro y Cochabamba. Allテ。 fundaron sus primeros conventos, a saber en el aテアo 1559: los de Challacollo, Toledo y Capinota. Reciテゥn en 1562 se establecieron en las ciudades de La Paz y Charcas".

ORDEN DE LOS JESUITAS. La Contrarreforma, llamada asテュ por la Iglesia Catテウlica frente al cisma religioso de la Iglesia Protestante producida en Europa en el siglo XVI, surgiテウ por la necesidad de renovar la vida religiosa de la Cristiandad, imponer la disciplina eclesiテ。stica y revivir la fe catテウlica de los pueblos. Los Jesuitas hicieron labor fecunda para lograr estos fines; se rehabilitテウ el Tribunal de la Santa Inquisiciテウn y la reuniテウn del Concilio Ecumテゥnico de Trento (Italia: 1545.1563). En ese marco, su lテュder, Iテアigo Lテウpez de Recalde (Ignacio de Loyola), constituyテウ a la Orden en baluarte del catolicismo, caracterizテ。ndola por la observancia de la mテ。s estricta disciplina y obediencia a los superiores, pues se trataba de formar soldados de Cristo. El jefe supremo recibテュa el tテュtulo de General. Como su principal misiテウn era afirmar y difundir la fe catテウlica por el mundo mediante la predica, la enseテアanza y catequizaciテウn, abrieron colegios y universidades para educar a los hijos de las clases dirigentes (nobleza). Se internaron en territorios selvテ。ticos y bosques del Amazonas, Mamorテゥ y el Magdalena hasta las montaテアas donde tienen su origen los rテュos Pilcomayo, Paranテ。, Uruguay y Paraguay y habitan las tribus guaranテュticas (Moxos en Beni y Chiquitos en Santa Cruz) estableciendo las "reducciones jesuテュticas" que transformaron paulatinamente los hテ。bitos del indio en sociedades comunitarias mediante la mテコsica, canto, baile y ceremonias religiosas. A este afテ。n se sumテウ psicologテュa metalテュfera de los espaテアoles mediante la bテコsqueda incesante de El Dorado o Paititテュ.

La estrategia de los jesuitas tuvo テゥxito porque concebテュan la evangelizaciテウn como una tarea integral que abarcaba todas las facetas del individuo, la familia y la comunidad. Dedicados exclusivamente al "trabajo con poblaciテウn india, sin aceptar la intromisiテウn de colonos espaテアoles, intensificaban la instrucciテウn cristiana con preponderancia sobre la niテアez y juventud; movilizaban a la poblaciテウn cada domingo ensayando escenificaciones catequテゥticas, controlaban la vida de cada familia por medio de subalternos en cada barrio del pueblo y se preocupaban de la eficacia de las escuelas (donde aprendテュan a leer y escribir, tocar instrumentos musicales, actuar sobre las tablas y a fungir de catequistas familiares ante sus padres)".

DUALIDAD CULTURAL-RELIGIOSA EN LOS ANDES BOLIVIANOS. El enmascaramiento cultural religioso nativo frente a la represiテウn espaテアola se manifestテウ en los rituales etno-andinos del hombre aimara y quechua y las festividades cristianas traテュdas por los espaテアoles desde Santiago de Compostela. No obstante, si bien el indテュgena persistiテウ con sus prテ。cticas vernaculares, los segmentos urbanizados (artesanos y mitayos mineros) sometidos a la "mita toledana", co participaban en las fiestas devocionales con finalidades diversas: rendir pleitesテュa a sus santos patronos o deidades "urテ。nicas mテュticas" del mundo andino, asテュ como para expresar sus ansias de liberaciテウn por medio de la danza folklテウrica frente al conquistador y la aristocracia criolla. El fenテウmeno contestatario tuvo mayor relevancia en los epicentros de explotaciテウn minera y obrajera, paralelamente en los circuitos comunales de mano de obra gratuita.

Producto de dicho sincretismo resulta "la fusiテウn de las deidades andinas con la Virgen Marテュa y varios santos cristianos. Baste mencionar a la Virgen Cerro (Potosテュ) que no es otra cosa que la fusiテウn de la Pachamama y Marテュa, y el mテ。s irテウnico de los sテュmbolos-mitos, el dios Illapa, el rayo, poderoso en el universo indテュgena, convertido en Santiago, el santo protector de las batallas por los espaテアoles. El Santiago matamoros convertido en mata-indios, venerado en todo el altiplano perテコ-boliviano como el santo de la espada y caballo, el del rayo tronante".

EL MECENAZGO RENACENTISTA Y EL POTLACH. Los mecenas, ricos banqueros, reyes y papas, que con prodigalidad costeaban y protegテュan a los grandes genios y artistas del Renacimiento en los siglos XIV, XV y XVI en Europa, periodo de intensa migraciテウn hacia Amテゥrica, tambiテゥn patrocinaban fastos devocionales y festividades en honor a Santos Patronos en las florecientes ciudades del Mar Mediterrテ。neo. De allテュ, la instituciテウn del mecenazgo se trasladテウ a Espaテアa y luego hacia Amテゥrica mediante numerosos agentes religiosos, mercantiles y administrativos de la Corona. Inicialmente, la prテ。ctica fue desempeテアada por las autoridades de rango virreinal, mテ。s tarde se extendiテウ hacia sectores de prestigio social y poder econテウmico, denominados "alferados", "prestes" o "pasantes". Esta dinテ。mica se entroncテウ con la prテ。ctica del "potlach" (redistribuciテウn de la riqueza). Asテュ, fasto devocional cristiano por una parte y religiosidad teogテウnica andina por otra, subsumidos en el dualismo cultural, configuraron un sincretismo singular a travテゥs de prテ。cticas teogテウnicas como "la challa", "khoa", "wilancha", etc., en homenaje a sus dioses tutelares, "achachilas" y deidades como la "Pachamama" junto a la religiosidad cristiana, representada fundamentalmente por la Virgen Marテュa, el Apテウstol Santiago y el Arcテ。ngel San Miguel, que sintetizan la coexistencia dual de la sociedad boliviana.

(*) Es investigador,

escritor e historiador.

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