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Domingo 10 de marzo de 2019

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Cultural El Duende

Nuevas perspectivas sobre el rol de las fuerzas armadas en Bolivia

10 mar 2019

Por Erika J. Rivera. La Paz. Escritora

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En el siglo XXI debe haber una reconfiguración de la Fuerzas Armadas, promoviendo los factores de liderazgo y producción en Bolivia, porque el ritmo de la globalización exige una constante innovación y renovación en todos los aspectos de la vida social. El liderazgo es clave para promover el desarrollo geoestratégico del país, sobre todo en aspectos como ciencia y tecnología, ingeniería, fuentes de energía, empleabilidad, comunicación fluvial, administración portuaria y tantos otros campos que podrían ser fundamentales para el desarrollo nacional. Las Fuerzas Armadas ya no pueden jugar un papel tradicional represivo ni un rol pasivo. Se requiere de esta institución un rol tecnológico-intelectual.

Entre los pocos testimonios de un renacimiento intelectual está la obra del General Armando Córdova Mendoza: Fuerzas Armadas somos todos, publicada en Cochabamba en 2007. El autor señala que las Fuerzas Armadas son un factor indudable de poder, porque deben garantizar la soberanía e integridad nacionales, por un lado, y la vida política democrática del país, por otro. Córdova afirma literalmente: "Las tradiciones militares son buenas cuando no frenan el cambio y la modernización; y malas, cuando nos anquilosan en el pasado". Con razón el autor asevera que las Fuerzas Armadas "no pueden quedar al margen del cambio, sea reforma, modernización, o transformación". Es evidente que a este autor le preocupa la función renovadora que tienen que tener las Fuerzas Armadas en el contexto actual de veloces transformaciones en los campos tecnológico, organizativo y educacional. Es por ello que Córdova insiste en que las Fuerzas Armadas no deben nunca más intervenir "en conflictos internos, particularmente de tipo social y político; no se puede ni se debe poner en riesgo la vida de un ciudadano más, sea civil o militar".

Entre los pocos testimonios de un renacimiento intelectual está la obra del General Armando Córdova Mendoza: Fuerzas Armadas somos todos, publicada en Cochabamba en 2007. El autor señala que las Fuerzas Armadas son un factor indudable de poder, porque deben garantizar la soberanía e integridad nacionales, por un lado, y la vida política democrática del país, por otro. Córdova afirma literalmente: "Las tradiciones militares son buenas cuando no frenan el cambio y la modernización; y malas, cuando nos anquilosan en el pasado". Con razón el autor asevera que las Fuerzas Armadas "no pueden quedar al margen del cambio, sea reforma, modernización, o transformación". Es evidente que a este autor le preocupa la función renovadora que tienen que tener las Fuerzas Armadas en el contexto actual de veloces transformaciones en los campos tecnológico, organizativo y educacional. Es por ello que Córdova insiste en que las Fuerzas Armadas no deben nunca más intervenir "en conflictos internos, particularmente de tipo social y político; no se puede ni se debe poner en riesgo la vida de un ciudadano más, sea civil o militar".

El Gral. Córdova propone como base de la discusión un nuevo pensamiento sobre la inversión de los fondos públicos, una reestructuración de los gastos militares y una renovación de todos los aspectos referidos a la educación ciudadana. Dice textualmente que debemos encarar "la búsqueda de lo nuevo y novedoso en contra de la rutina y el marasmo". Esto está enmarcado en la clara aceptación de la democracia moderna y de sus instituciones que el autor reconoce como normativas.

El autor atribuye una cierta relevancia al tratamiento del tema clásico: las Fuerzas Armadas como factor del poder, sobre todo en el periodo que va de la Guerra del Chaco a la Revolución Nacional de 1952. Pero simultáneamente Córdova señala que esa función política debe ser discutida y criticada, porque las Fuerzas Armadas como factor político no han sido "trascendentes", es decir no han podido ejercer una función que marque un rumbo diferente y original a la historia boliviana. En el ejercicio del poder las Fuerzas Armadas repitieron tanto los modelos sociopolíticos de ordenamiento de los regímenes civiles como las prácticas habituales del ejercicio cotidia no de ese poder. En conclusión: por todo lo expuesto, él quiere decir que los militares han tomado el poder muchas veces, pero que han repetido convenciones y rutinas de los gobiernos civiles sin consolidar un liderazgo original y fructífero para lograr el desarrollo del país.

Muy interesantes son las observaciones del autor acerca de los gobiernos de los generales Ovando y Torres (1969-1971), que pese a su propia propaganda y a un hecho aislado (la estatización de la empresa petrolera Bolivian Gulf Oil Co.), no lograron establecer nuevos rumbos para el desarrollo del país y, más bien, prepararon el camino para el rápido ascenso de una dictadura como fue la del Gral. Hugo Banzer (1971-1978). Córdova menciona "el derrumbe del poder militar en 1982 como la etapa más negativa del intento militar de manejar el país directamente".

Un fragmento del libro se refiere al tema de defensa y seguridad nacional. Esta última es definida como la situación en la que los intereses vitales de la nación se hallan exentos de interferencias y perturbaciones sustanciales, es decir libres de injerencias extranjeras. Estas son las que "restan, paralizan o modifican para su provecho la concreción de los objetivos nacionales". Córdova define la Defensa Nacional como "el conjunto de medidas que el Estado adopta para lograr la seguridad nacional". La doctrina por la que aboga Córdova es una "Política Militar", que es definida en términos sustanciales como una contribución al progreso integral de la nación. Tenemos entonces una doctrina militar que claramente subordina el funcionamiento de las instituciones militares al objetivo civil del desarrollo del conjunto de la nación. En este sentido el autor reproduce los conceptos modernos sobre el objetivo de las Fuerzas Armadas que, por ejemplo, en las democracias de Europa Occidental subordinan la existencia de las Fuerzas Armadas al objetivo final de un desarrollo integral y humanista de la sociedad respectiva. En las explicaciones posteriores del autor la definición de la estrategia militar, las "actitudes defensivas convencionales", la configuración de los planes militares de operaciones concretas y hasta la conformación de los reglamentos internos de los cuarteles deben servir al fin último del progreso nacional.

Como es usual en el ámbito académico, debemos señalar dos aspectos criticables de la obra de Córdova, aspectos que no mellan la calidad y la notable intencionalidad crítica de este autor. El primer aspecto se refiere a un voluntarismo algo exagerado que el autor muestra hacia el fin de su obra y que está evidente en la frase repetitiva: "la voluntad política lo puede todo". Córdova supone que un ejercicio intenso de voluntad política, apoyada por toda la población boliviana puede llevarnos a la conclusión de un nuevo tratado internacional que devuelva la cualidad marítima a nuestro país. La última parte del libro pretende esbozar una nueva estrategia para la recuperación del mar boliviano, pero Córdova, en lugar de explicitar esta pretendida estrategia, permanece dentro del plano retórico, afirmando reiterativamente que lo único que nos falta es una poderosa voluntad política que por sí sola nos llevaría a la recuperación de una costa sobre el Océano Pacífico. En este sentido el Gral. Córdova reproduce una vieja tradición intelectual boliviana que, sin mucho análisis, critica todos los esfuerzos anteriores para conseguir el acceso al mar, pero no aporta ninguna idea novedosa de cómo proceder específica y concretamente en el momento actual. De acuerdo a la experiencia histórica y existencial de todas las sociedades, se puede aseverar que la mera voluntad política no lo puede todo.

El segundo aspecto, que es la culminación del libro, consiste en una política que diseña el autor para dejar de usar puertos y comunicaciones a través de Chile. En desconocimiento de factores económicos contemporáneos, el autor llega a afirmar que los puertos chilenos no son importantes para Bolivia y que deberíamos renunciar a toda utilización de los mismos, así como a toda adquisición de productos chilenos. Esta idea, que puede vigorizar nuestra "dignidad nacional", como la llama el autor, tiene algo de espectacular y de romántico, pero no parece en las condiciones actuales una línea de política pública a implementar en la dura realidad.

El Gral. Córdova describe cuidadosamente las "prioridades para la modernización de las Fuerzas Armadas", que vendrían a ser la adquisición de materiales bélicos modernos, la estructuración conveniente de las Fuerzas Armadas en sus unidades operacionales y el despliegue de una doctrina militar congruente con las nuevas situaciones de la defensa contemporánea. Todos estos objetivos deben ser alcanzados dentro de la tendencia ya descrita a coadyuvar con el progreso integral de Bolivia. Es en este sentido que las Fuerzas Armadas, a través de la Escuela de Altos Estudios Nacionales (EAEN) "Coronel Eduardo Avaroa", dependiente de la unidad mayor que es la Universidad Militar "Mariscal Bernardino Bilbao Rioja", han programado un ambicioso plan de enseñanza académica en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Trinidad. En su promoción LXII (2019) fomentan la reflexión y discusión crítica de los temas fundamentales del país para desarrollar perspectivas estratégicas sobre seguridad, defensa y desarrollo de Bolivia en el contexto regional y mundial.

En conclusión: si las Fuerzas Armadas somos todos, esto implica que cada ciudadano boliviano debería reflexionar sobre el rol de esta institución con miras al siglo XXI y su desenvolvimiento en los aspectos geoestratégicos para el desarrollo boliviano.

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