Cuando descubrimos que nuestra pareja nos ha sido infiel, las primeras reacciones ante esa situación suelen ser cuestionarnos nuestra propia valía, pensar si no hemos sido tan buenos como deberíamos haberlo sido, que no hemos dado lo suficiente, que la persona con quien nos ha engañado supera nuestras cualidades y que por eso nos han reemplazado.
Desde este enfoque, la infidelidad se basa en el quebrantamiento de este pacto de a dos, vulnerando la confianza que se ha depositado en el otro y de todos esos planes en común.
Descubrir una infidelidad en tu relación de pareja es un duro golpe que deja secuelas difíciles de reparar y sin saber qué camino debemos tomar a continuación.
1. Afronta la situación. - A veces el hallazgo nos deja tan estupefactos que nos da miedo confrontar a nuestra pareja con lo que hemos descubierto, por las consecuencias que inevitablemente sabremos que habrá a partir de ese momento. Tómate un tiempo para meditar y calmar tus emociones, pero es importante que cuando te veas preparado enfrentes la situación.
1. Afronta la situación. - A veces el hallazgo nos deja tan estupefactos que nos da miedo confrontar a nuestra pareja con lo que hemos descubierto, por las consecuencias que inevitablemente sabremos que habrá a partir de ese momento. Tómate un tiempo para meditar y calmar tus emociones, pero es importante que cuando te veas preparado enfrentes la situación.
2. Habla con tu pareja. - Es importante poder establecer un diálogo lo más racional posible, pese a las fuertes emociones que se puedan despertar. Por lo tanto, hay que encontrar el momento y el lugar oportuno, sin forzar las cosas, y dando tiempo al tiempo. Cuando ambas partes se vean dispuestas a ese diálogo, hay que aclarar qué ha pasado.
3. No te sientas culpable. - Tú no tienes la culpa de que tu pareja te haya sido infiel. Esta ha sido una decisión tomada libremente por tu pareja. La infidelidad puede tener muchas causas, como una falta de responsabilidad en cuanto a la relación por parte del miembro de la pareja que la comete, impulsividad, falta de control del deseo...
4. Aclarar las cosas. - Si una relación se basa en que dos personas busquen objetivos en común, es importante replantear cuáles eran o son esos objetivos, qué esperan el uno del otro, qué pudo fallar, qué buscan en una relación, dejar en claro en qué puntos coinciden y en cuáles tienen visiones diferentes.
5. Acepta lo ocurrido. - Aceptar que se ha dado una infidelidad, que nuestro ideal se cayó del pedestal, el desengaño que supone al pensar en todos los planes compartidos con lo que acaba de pasar, es sin duda un paso muy duro. Sin embargo, no queda más remedio que aceptar que ha sucedido.
6. Busca apoyo. - En estos momentos es muy importante rodearte de personas que te quieran y en las que puedas confiar. Ellas pueden ayudarte a pasar el mal trago y ofrecerte algunos consejos, si conocen bien tu relación de pareja. No obstante, sé cuidadoso y trata el tema con delicadeza y confidencialidad, y recuerda que al fin y al cabo tú eres quien tiene esa relación y la decisión reside en ti.
7. Perdona u olvida. - Puede ser que, tras el acto de infidelidad, la confianza entre los dos se haya roto por completo y que no veas la posibilidad de seguir la relación sin que las heridas interfieran en el día a día, y que por ello consideres que es mejor no seguir con la relación.
La decisión final a tomar es una cuestión muy personal que sólo tú puedes valorar según el balance que hagas, y puede depender de muchos factores como qué tipo de infidelidad se ha dado, si ha sido algo puntual o algo prolongado en el tiempo, si ha sido puramente sexual o también emocional, o la cantidad de tiempo que llevan juntos y comparten.
Fuente: Fuente: cuerpomente.com
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