En todos los departamentos de Bolivia, cada año se realiza el carnaval, con diferentes costumbres, tradiciones, propias de cada región, con sus características culturales de los quechuas, aymaras, urus, guaraníes, chiquitanos y otras nacionalidades, que cobija nuestra querida Patria.
El Carnaval de Oruro, declarado como "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad", por la Unesco, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, tiene características especiales con relación a los diferentes carnavales de muchas regiones de nuestro país.
Se repite y se remeda esta manifestación folklórica en los países vecinos, como si fuera identidad de ellos, con una imitación distorsionada, siendo la misma expresión cultural que va extendiéndose por muchas naciones del mundo, adquiriendo aprecio, gusto, alegría, entusiasmo, además que los mismos bolivianos han ido manifestando en esos lugares donde radican, porque no han olvidado su origen, su identidad de bolivianos, haciendo gustar, la música, danza, coreografía, costumbres, tradiciones de nuestra cultura.
Siendo una gran riqueza la que tenemos, corresponde desarrollarlas, fomentarlas más allá de nuestras fronteras, que también genera mayores ingresos económicos para los artesanos, artistas, poetas, literatos, músicos, gastronomía, confeccionistas de ropa del carnaval, potenciando el turismo, una nueva forma de ampliar nuestros recursos económicos.
Siendo una gran riqueza la que tenemos, corresponde desarrollarlas, fomentarlas más allá de nuestras fronteras, que también genera mayores ingresos económicos para los artesanos, artistas, poetas, literatos, músicos, gastronomía, confeccionistas de ropa del carnaval, potenciando el turismo, una nueva forma de ampliar nuestros recursos económicos.
Cada conjunto de danzarines tiene características especiales, la música, canto, expresión, coreografía, los diferentes pasos, movimientos, que alegran a la población, no sólo de nuestra región, sino también de muchas otras del mundo, que gustan de nuestro folklore, corresponde a los organizadores, dedicarse a estudiar a cada conjunto musical, su origen, historia, autoría, ampliar la literatura del folklore, en forma sistemática, para difundir, más allá de nuestras fronteras, a través de la tecnología.
Antes de la Entrada del Sábado de Carnaval se realiza, el día jueves de comadres, la Anata Andina, que es una expresión originaria, de los pueblos quechuas, aymaras, urus y otras etnias, que habitan en nuestra tierra, que se desarrolla en forma natural en sus comunidades de las diferentes provincias, como agradecimiento a la Madre Tierra, por los productos agrícolas que les da la tierra, bailando al son de los conjuntos musicales, con instrumentos de la tarka, pinquillo, mozeño, y otros instrumentos musicales, que practican en sus diferentes regiones de origen.
Participan en la Anata Andina más de cien conjuntos de todas las provincias del departamento, con atuendos originarios, acompañados por la tarqueada, pinquillada, mozeñada y con otros instrumentos musicales, existiendo bastante emoción, alegría de las mujeres, varones, juventud, de las diferentes provincias, comunidades, manifestando su tradición cultural, antesala para la Entrada del Sábado Carnaval, en reverencia a la Virgen del Socavón.
Este folklore es una mezcla de lo nativo con lo religioso, haciendo grande este patrimonio de la humanidad, expresión musical originaria, todavía no es valorado en su magnitud, por mucha gente de la ciudad, se observa una apatía total y también de los residentes, que se han convertido en citadinos, acogiéndose a costumbres occidentales, europeas, olvidando su identidad propia. Por ejemplo, los caporales son origen de afroboliviano de los Yungas, tomando distintos nombres en los diferentes carnavales del país, en muchas latitudes de mundo se baila, canta, como si fuera Bolivia, les gustan a los norteamericanos, europeos, asiáticos, africanos.
Mientras eso ocurre con nuestra gente, los turistas extranjeros, se van apropiando con mucha facilidad nuestro folklore, frente a la negación de la gente que ha abandonado sus comunidades por razones de trabajo, de carácter económico, para sobrevivir, siendo absorbidos por la cultura extranjera, asumiendo conductas, hábitos foráneos, que les gusta más, con mayor intensidad, que sus tradiciones culturales.
Esta expresión cultural del Departamento de Oruro, y del país, se debe fomentar en las escuelas, colegios, universidades, sistematizar en literatura, videos, a través de la tecnología, para hacer conocer al mundo, en diferentes disciplinas, que cada región tiene esta diversidad sociocultural, es una gran riqueza y corresponde difundir, el canto, baile, música, a través de los medios de comunicación, potenciando el turismo, fortaleciendo a nuestros artistas nacionales, compositores, artesanos, gastrónomos, además el turismo y la economía del país.
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