Domingo 03 de marzo de 2019
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El Derecho se vincula ineluctablemente con la moral porque los humanos actuamos en forma externa, actitudes que afectan al bien público y, bien público deberÃa entenderse sin resquicios por aquellos intereses vitales para la población o colectividad que deben ser respetados por todos; éste, vocablo "todos" es fundamental debido a que, si todos nos respetamos entre sà y a nuestra aureola de derechos, nuestra sociedad y paÃs crecerán culturalmente y sin pausa.
Retornando al Derecho y a la moral, es decisivo comprender que el Derecho actúa externamente y afecta al bien público que, en el primer párrafo lo definimos inteligiblemente, entonces el Estado puede ejercer coacción. Cuando actúa internamente no cabe coacción porque es un bien individual, esbozando asà de manera diáfana los ámbitos del Derecho y el de la moral.
¿Qué es lo que relaciona a estos dos cruciales ámbitos?, se relacionan con la conducta humana, factor evidente por cuanto que uno y otro se asientan en los principios de la ética, pues resultarÃa inconcebible una Moral inmoral y poco admisible un Derecho inmoral. Con ello no se está propugnando la inmutabilidad ni la uniformidad del Derecho pues los principios éticos son diferentes en el espacio y cambian en el transcurso del tiempo; ejemplificando: el divorcio, la poligamia, la poliandria e incluso la prostitución, serán juzgados de distinta manera en los paÃses que los admiten y en los que los rechazan, sin que tampoco los criterios al respecto sean iguales a las edades pasadas.
