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Sábado 02 de marzo de 2019

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Revista Tu Espacio

LA PSIC?LOGA RESPONDE

Trastorno paranoide de la personalidad

02 mar 2019

Por: Rodrigo Aliendre Ramírez - Exclusivo para Tu espacio.

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Empezaremos a describir los diferentes trastornos de personalidad, ya que muchos de ellos producen un deterioro constante en las relaciones que el sujeto tiene con su entorno (familiar, social, laboral, académico, otros), por lo mismo comenzaremos con el trastorno paranoide de personalidad, describiendo e identificando sus síntomas.

La característica esencial del trastorno de la personalidad paranoide, es un patrón de suspicacia generalizada y de desconfianza hacia los demás de manera que sus motivos se interpretan como malévolos. Este patrón comienza en la edad adulta y está presente en una variedad de contextos. Las personas con este trastorno suponen que otras personas les explotan, dañan o engañan, incluso aunque no exista ninguna evidencia que apoye esta creencia. Sospechan sin ninguna base o con poca evidencia que otras personas están conspirando contra ellos y que pueden atacarles repentinamente, en cualquier momento y sin razón.

A menudo sienten que han sido profunda e irreversiblemente dañados por otra u otras personas, aun cuando no existe una evidencia objetiva de ello. Están preocupados por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de sus amigos y socios, cuyas acciones examinan minuciosamente para descubrir sus intenciones. Cualquier transgresión de la honradez o la lealtad que perciban sirve para apoyar sus presunciones ocultas. Se sorprenden de tal manera cuando un amigo o un socio muestran lealtad, que no pueden confiar o creer en que sea verdad. Si se meten en problemas, esperan que los amigos y los socios les ataquen o les ignoren. Los individuos con trastorno de la personalidad paranoide son reacios a confiar o a mantener una relación cercana con los demás, porque temen que la información que comparten vaya a ser usada en su contra. Pueden negarse a contestar preguntas personales, diciendo que la información no es asunto de nadie. Ellos ven significados ocultos que son degradantes y amenazantes en comentarios o acontecimientos benignos. Pueden percibir un ofrecimiento de ayuda, como una crítica de que no lo están haciendo suficientemente bien por sí solos. Los individuos con este trastorno constantemente tienen rencores y no están dispuestos a perdonar los insultos, las lesiones o los desprecios que creen haber recibido. Incluso los pequeños desprecios despiertan gran hostilidad, y los sentimientos hostiles perduran durante mucho tiempo. Son rápidos para contraatacar y reaccionan con ira a los insultos que reciben. También pueden ser celosos de manera patológica y suelen sospechar que su cónyuge o su pareja sexual le es infiel sin una justificación adecuada. Además, quieren mantener un control completo de las relaciones íntimas para evitar ser traicionado y cuestionan y desafían constantemente el paradero, las acciones, las intenciones y la fidelidad de su cónyuge o pareja.

A menudo sienten que han sido profunda e irreversiblemente dañados por otra u otras personas, aun cuando no existe una evidencia objetiva de ello. Están preocupados por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de sus amigos y socios, cuyas acciones examinan minuciosamente para descubrir sus intenciones. Cualquier transgresión de la honradez o la lealtad que perciban sirve para apoyar sus presunciones ocultas. Se sorprenden de tal manera cuando un amigo o un socio muestran lealtad, que no pueden confiar o creer en que sea verdad. Si se meten en problemas, esperan que los amigos y los socios les ataquen o les ignoren. Los individuos con trastorno de la personalidad paranoide son reacios a confiar o a mantener una relación cercana con los demás, porque temen que la información que comparten vaya a ser usada en su contra. Pueden negarse a contestar preguntas personales, diciendo que la información no es asunto de nadie. Ellos ven significados ocultos que son degradantes y amenazantes en comentarios o acontecimientos benignos. Pueden percibir un ofrecimiento de ayuda, como una crítica de que no lo están haciendo suficientemente bien por sí solos. Los individuos con este trastorno constantemente tienen rencores y no están dispuestos a perdonar los insultos, las lesiones o los desprecios que creen haber recibido. Incluso los pequeños desprecios despiertan gran hostilidad, y los sentimientos hostiles perduran durante mucho tiempo. Son rápidos para contraatacar y reaccionan con ira a los insultos que reciben. También pueden ser celosos de manera patológica y suelen sospechar que su cónyuge o su pareja sexual le es infiel sin una justificación adecuada. Además, quieren mantener un control completo de las relaciones íntimas para evitar ser traicionado y cuestionan y desafían constantemente el paradero, las acciones, las intenciones y la fidelidad de su cónyuge o pareja.

Los individuos con trastorno de la personalidad paranoide son generalmente difíciles de llevar y con frecuencia tienen problemas en sus relaciones cercanas. Su suspicacia y hostilidad excesivas se pueden expresar discutiéndolo todo abiertamente, mediante quejas recurrentes o con una actitud distante y aparentemente hostil. También tienen que tener un alto grado de control sobre su entorno. Suelen ser rígidos, no son capaces de colaborar y se muestran hipercríticos con los demás, a pesar de que ellos mismos tienen grandes dificultades para aceptar las críticas. Pueden culpar a los demás de sus propios defectos. Suelen tener fantasías ocultas grandiosas y poco realistas.

Este trastorno puede ser evidente desde la infancia y la adolescencia, con soledad, escasas relaciones con los compañeros, ansiedad social, bajo rendimiento en la escuela, hipersensibilidad, pensamientos y lenguaje peculiares, y fantasías idiosincrásicas. Y se desarrolla en la vida adulta.

Considerando las características mencionadas, es necesario el diagnóstico e intervención, por profesionales en salud mental, para evitar que se desarrolle otros trastornos, que puedan deteriorar o afectar tanto al paciente, como al entorno con el que convive.

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