Viernes 16 de julio de 2010
ver hoy
Una y otra vez, a través de la historia de la humanidad, los Cielos se abrieron, y una y otra vez, hombres y mujeres preparados y templados finamente pro el Espíritu de Dios, han sido llamados como profetas, cuya misión es dar al pueblo el mensaje de la Vida, en términos comprensibles por todos, ya que el lenguaje de los Cielos, en nada se asemeja al lenguaje de los hombres. De manera que ese ser refinado de los profetas, que ha sido preparado vida tras vida en el cumplimiento conciencia de las Leyes de Dios, toma de la Fuente Originaria en lo interno, y da la Palabra, como manantial de salud a la humanidad, para que enderece sus caminos, purifique sus pensamientos y sentimientos, y sobre todo, para que sane el alma, en Cristo, la Fuerza y la Ayuda incondicional. Esta ayuda y medicina esta ahora disponible en el interior de cada hombre y mujer que da el “si” conscientemente al camino del auto reconocimiento y la reflexión, al poner en la balanza de la Luz de la Sabiduría Divina, lo que de pecaminoso trae, a cada uno de nosotros, el balance de las acciones cometidas, los sentimientos y sensaciones vividas, las palabras vertidas, en cada oportunidad en la que el prójimo nos sirve de espejo.
