Viernes 16 de julio de 2010
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Editorial y opiniones
Entre columnas
El despacho del ministro tiene calefacción
16 jul 2010
Por: Rodolfo Mier Luzio
Esta semana se caracterizó por tener un alto porcentaje de ausentismo en colegios y escuelas por “las rigurosas muestras de disciplina” que impuso el ministro de educación quien, a como dé lugar, impuso sus decisiones, así estas estuvieron equivocadas y tuvieron la ausencia total de un asesoramiento médico adecuado, necesario para asegurarse que su ministerial decisión no afecte a la salud de niños y jóvenes, por no querer escuchar el pedido de maestros y padres de familia para que se amplíe la vacación de invierno.
No se puede mostrar un falso y demagógico principio de autoridad, cuando el mismo afectó a miles de estudiantes que tuvieron que soportar los rigores del invierno que recién en este mes, y cuando los jóvenes volvieron a las aulas, se intensificó, como lo mostraron los termómetros que bajaron hasta varios grados bajo cero en gran parte de Bolivia.
La decisión tomada por las autoridades de Oruro y Potosí, de ampliar el período de vacaciones por una semana más, haciendo caso omiso a las instrucciones ministeriales, fue acertada y estuvo enmarcada, no sólo en la realidad que viven esas regiones, sino también en la aplicación adecuada de las autonomías departamentales, que les permiten adecuarse a la realidad que viven. El Ministro adelantó las vacaciones para neutralizar a los maestros en sus exigencias sindicales; y cuando creyó que los conflictos se esfumaron, ordenó volver a clases. Pero ninguna de esas decisiones fueron tomadas pensando en la salud de los estudiantes. Total, para el ministro eso es secundario. Primero, está el bienestar del gobierno plurinacional y hacer buena letra a los ojos del hermano Evo.
